La Real deja al Athletic y a Bielsa contra las cuerdas (1-3)
Asís Martín III BilbaoEl Athletic se desploma al sufrir la sexta derrota de la temporada en San Mamés quedándose con unos anémicos 26 puntos tras disputar 25 jornadas de Liga. Los donostiarras remontaron el golazo de Ibai para acabar elevando a 50 la cifra de goles encajados por los leones. Una derrota, con errores importantes de Raúl incluídos, que deja a Marcelo Bielsa en una delicada situación.
Como el día del 0-4 del Espanyol resulta difícil explicar que mutó del primer tiempo, en el que pese a empatar el Athletic fue dueño del partido, al segundo en el que a la Real le faltó hacer el gori-gori ante unos leones sumidos en una crisis aguda. Ahora que toca despedir San Mamés no se puede hacer peor, aquí gana hasta el apuntador y baste reflejar que los txuriurdines no remontaban un partido en San Mamés desde 1953 (ganaron también 1-3).
Más allá del pique de los derbis, esta derrota es un torpedo en la línea de flotación cada vez más delgada que tiene el proyecto del técnico rosarino en Bilbao. Ya dijo que los vascos tienen mucha paciencia pero lo cierto es que quedan 13 jornadas de liga por delante y aún han de pasar por Bizkaia equipos como Valencia, Madrid y Barça. Entre la crisis deportiva y el tema de las cuotas del nuevo campo la junta directiva de Josu Urrutia tiene días graves y serios por delante. Aquí huele a muerto, que pasaron por los cines 'Martes y Trece'. Solo que aquí no hay ninguna comedia.
Difícil encontrar un derbi vasco con más ingredientes en muchos años. El Athletic, que despide La Catedral, estaba obligado a ganar y encima de frente venía una Real crecida sacando pecho, y todo bajo el arbitraje de... Undiano Mallenco. ¡Toma guión de cine gore! Pues la sangría prevista se iba a quedar corta con lo que pasó al término del partido.
Y eso que contagiado del ambiente el once de Bielsa desde el inicio dejó claras sus intenciones, adelantando mucho la defensa y tirando para arriba sin ambages en busca de la meta de Bravo. La banda derecha percutía con acertadas combinaciones y en la izquierda Ibai, en solitario porque Aurtenetxe está como está, se multiplicaba para servir acertados balones mientras le duró la correa.
Mandaba el Athletic claramente y Aduriz casi abre el marcador con un espectacular cabezazo en un balón parado en el minuto 7. La Real, superada, se soltó al cuarto de hora y en dos ramalazos daba el primer susto con una mala salida de Raúl que Agirretxe no pudo definir, y en una llegada de Griezmann que su paisano Laporte le birló en un oportuno cruce.
El partido fue cogiendo empuje por ambas partes en un cierto tono más equilibrado, sacando el Athletic chispas a la estrategia mientras que los donostiarras tiraban más del contraataque.
Pero los leones, que no podían prescindir de los puntos, volvieron pronto a la carga en plan Balaclava. En el 22' Bravo tuvo que volar para salvar un remate de cabeza del experto San Jose y en el minuto 27' Aduriz cruzó en exceso un obús que pasó cerquita del palo largo del chileno. Era ya la tercera ocasión clara en la habitual línea de perdón rojiblanca, rumiaba la grada. Hasta que llegó el golazo de Ibai Gómez en el 30'. Un voleón digno de los misiles que Tiko le metía a Westwerweld en otros derbis. Imparable.
Pero la alegría duró escasamente cuatro minutos, porque ya se sabe que el Athletic suele conceder demasiados chollos en defensa aunque el rival casi ni llegue a zona de peligro. Griezmann pilló la espalda a Iraola para cabecear a placer en área pequeña un gol del empate en el que Raúl pecó de estático. Lo cierto es que que sentó como un tiro, porque toda la propuesta futbolística del primer tiempo fue vizcaína. Quedó un 1-1 al descanso que castigaba demasiado a un buen Athletic que sigue demostrando una buena línea futbolística que sin embargo no casa con las victorias.
En la reanudación pareció que los leones se habían comido una fabada bien pesada en el vestuario. Salieron pastosos y fallones tardando en coger de nuevo el hilo. Encima Undiano en su línea de aciertos con el Athletic se comió un bofetón de Markel Bergara a Herrera que era más roja que la cara de Heynckes. Bielsa en vista de que la Real se venía arriba optó por quitar al irreconocible Aurtenetxe para meter al renqueante de la rodilla Muniain pasando Oscar De Marcos al lateral zurdo. Y vino lo que vino, un gran error. Raúl que con alguna salida al bulto no había dado un tono mayor que el de Iraizoz, si bien en su caso los nervios son perogrullo, pero el fallo del segundo gol donostiarra no le va a dejar bien. Agirretxe empujó la pelota que el cancerbero bilbaíno dejó muerta, casi tanto como a la afición rojiblanca.
La siguiente baza fue la de Llorente entrando por un Aduriz que ha perdido su buena racha cara a puerta, si bien la del riojano ya ni existe en esta campaña con sus dos tristes goles marcados. No así Vela, que recién salido ya enchufaba el tercero en la meta del desolado Raúl en una pésima salida de Mikel San José con la pelota que los donostiarras birlaron dejando al delantero mexicano solo. Desde ahí ya ni hubo partido porque unos estaban rotos y los otros ya estaban de celebración con un Illarramendi estelar en su batuta. A ver si acaba este año pronto y acaba bien, claro. De momento con 13 derrotas en 26 jornadas, 6 de ellas en casa, 50 goles encajados, la cosa está fea ya que no se puede depender siempre de que haya otros peores.