La Fundación Saiatu homenajeará en Bilbao a Joseba Larrinaga
El ciclista paralímpico guipuzcoano Joseba Larrainaga, fallecido el martes por atropello, será homenajeado el jueves en Bilbao por la Fundación Saiatu, frente a cuya sede se llevará a cabo una concentración.
Larrinaga, medalla de plata de maratón en los Juegos Paralímpicos de Atlanta en 1996, entre otros éxitos deportivos, fue atropellado, en la carretera A-2620, en la localidad alavesa de Aramaio, por un turismo que estaba haciendo una maniobra de adelantamiento. La Fundación Saiatu ha emitido el siguiente comunicado:
El que fuera cofundador de Saiatu e impulsor de Euskal Paralinpikoak, Joseba Larrinaga, falleció en la tarde de ayer víctima de un atropello. Un vehículo, que trataba de adelantar a otro cerca de la localidad de Aramaio, se llevó por delante a Joseba, causándole la muerte al instante.
Su muerte nos ha sobrecogido a todos sobremanera. Supongo que como a cualquiera que pierde a alguien cercano y querido. Nos deja huerfanos de su amistad y bondad y seguro que será difícil que las lágrimas no nos aparezcan cuando le recordemos. Porque Joseba era de esas personas a las que era difícil no tenerle simpatía y afecto. Sensible y cercano, siempre preocupado por los demás, era alguien a quien se quería con suma facilidad. Nos vamos a sentir muy solos sin él.
Pero Joseba deja, también, huérfano al deporte vasco, porque él era uno de los impulsores más preclaros de la necesidad de que éste contara con estructuras propias de representación institucional en el mundo del paralimpismo. En un tiempo en el que el deporte adaptado estaba subsumido en estructuras que le hacían de menos, cuando no lo despreciaban, y en el que era imposible pensar que la ikurriña ondeara en los grandes eventos internacionales, Joseba empujó decisivamente para crear primero SAIATU, y después EUSKAL PARALINPIKOAK, dos entidades que han servido para difundir y valorizar el deporte adaptado vasco dentro y fuera de nuestras fronteras.
Joseba fue un excepcional atleta. Sus éxitos fueron continuos durante muchos años y si no hubiera coincidido en el tiempo con su amigo y compañero Javier Conde, seguramente estaríamos ahora recordando a alguien que subió a lo más alto del pódium en todos los marathones internacionales. No pudo hacerlo porque Conde estaba ahí, pero siempre estuvo en el segundo de los peldaños. Para él, que tenía una forma más que generosa de comprender la vida y, también, la competición, eso, no era, en todo caso, lo importante; para él lo era el crecer deportivamente, el entregar todas sus energías en cada una de pruebas. Primero, segundo, tercero...último, no era lo trascendente a la hora de ponerse las zapatillas. Lo que sí lo era, era el darlo todo en las pistas. Como también lo era lo que representaba. Sabía que cuando llegara a la meta alguien le pasaría una ikurriña para enfundada en ella, dar la vuelta de honor en el estadio. Tal vez era para lo único que era intransigente. Para representar, y de qué manera, a Euskal Herria.
Joseba se ha ido; peor, nos lo han quitado. Su legado, sin embargo, permanecerá durante mucho tiempo entre nosotros: Saiatu y Euskal Paralinpikoak seguirán adelante, ahora, si quiera, con más convicción que nunca, porque su ideario se ampliará a rendir permanente homenaje a la figura de Larrinaga y a lo que él representaba y representará por siempre.
JOSEBA AGUR ETA OHORE