Matías Lizarazu, central y golfista, no tiene parentesco con Bixente
Matías Lizarazu (Pamplona, 17-8-1998) es futbolista por vocación y golfista por afición. En ambas disciplinas descolla. En el rectángulo de juego es agresivo, rápido, inteligente y disciplinado, en el green tiene un hándicap 5, un lujo para un chaval de apenas 15 años, que deslumbra en el club Zuasti de Pamplona. El central navarro es el último fichaje para la cantera de Lezama, procedente de Osasuna, e integrado ya en el Cadete de Liga Vasca del Athletic. Pese a su apellido y a algunas informaciones confusas al respecto, no tiene parentesco alguno con Bixente Lizarazu, salvo que algunas imágenes del ex lateral rojiblanco, con la elástica rojiblanca, presidan su perfil de Twitter. “Oficialmente soy jugador del Athletic, comienzo una nueva etapa con la máxima ilusión”, subrayó a principios de la pasada semana, para repasar la lista de recordatorios de su periplo de formación en las instalaciones de Tajonar: “En primer lugar dar las gracias a Osasuna porque me ha formado estos cuatro años, tanto como jugador, como de persona. Agradecer a todos los técnicos y compañeros todo lo que he aprendido de cada uno de ellos con lo que he compartido momentos buenos y no tan buenos”. A todos ellos les emplaza a dirimir muchas más batallas, aunque con otra elástica, la rojiblanca: “Nos volveremos a encontrar en un campo de fútbol ya que es nuestra pasión”, lanzó el zaguero en las redes sociales, liberado después de meses de arduas negociaciones y de trabajar en la sombra. La adquisición de Matías Lizarazu se ha cocido a fuego lento, sin focos y de manera discreta. Las negociaciones arrancaron desde el pasado mes de enero. El Athletic estaba muy interesado en Lizarazu y las reuniones se fueron sucediendo entre Ibaigane y sus agentes, con la familia del central, y después entre sus propios padres y los rectores de Osasuna, encabezados por Martín Monreal, para desatascar una salida que se enquistaba. El club rojillo quería retenerle, amparado en un documento firmado por el grueso de sus cadetes el curso pasado, pero con escasa legalidad porque esta temporada, que acababa edad cadete, quedaba libre legalmente. Con La Federación también de por medio, el acuerdo finalmente cristalizó este verano, ante la insistencia del jugador, que no estaba dispuesto a quedarse. De hecho, estuvo 20 días de pretemporada con su equipo de las inferiores de Osasuna sin vestirse de corto, hasta que imperó la cordura. Matías ya se ha instalado con una familia vizcaína, concretamente en el caserío de Maruri que regenta un conocido empleado de Lezama. Trato exquisito y personalizado para fomentar su adaptación, junto a otros canteranos como el riojano Ander Dulce, el hermano de Iñaki Williams, Nicolás, y su paisano Javier Alonso. Cuentan de Lizarazu que tiene la cabeza muy bien amueblada, que es un excelente estudiante y un líder en el vestuario. Jonathan Cabanelas ya le dirige en Lezama y le ha deslizado las primeras consignas. Lizarazu no tendrá que esconder sus amores por el Athletic. En Tajonar le tuvieron que pegar un toque porque vestía de vez en cuando con una camiseta rojiblanca. Genio y figura, con el balón y con los palos. Eso sí, nada que ver con Bixente, salvo que sueña con reverdecer sus triunfos en la élite del fútbol. @javirbeltran10