'Catedral Barria', por Aitor Elizegi
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Aitor Elízegi tendrá un hueco de honor en la cocina de vanguardia, al tiempo, hablamos de un pionero de los fogones con el Gaminiz, el Bascook y el Txocook. Cocinero y empresario de éxito, guarda un lugar enorme en su corazón para el Athletic Club. De hecho no descarta, a futuro, presentarse incluso un día a las elecciones a presidente de la entidad de Ibaigane. Hoy nos deja en ElDesmarque Bizkaia un texto dedicado a San Mamés.
El nuevo estadio rojiblanco no termina de coger velocidad de crucero , encerrado en un debate sin fin desde los primeros dibujos en servilletas, planos, aforos y cubiertas por doquier, juntas directivas, ubicaciones alternativas, modelos de gestión de la propiedad, de sus usos mixtos o no..., y desde luego un exceso de responsabilidad.
No es fácil dar relevo al viejo estadio , todavía eriza el bello de muchos socios la simple contemplación de una foto oxidada por el tiempo colgada en una taberna o el recuerdo imborrable de los viejos focos sobre un verde mojado que pasó a la historia.
Exigimos al nuevo campo que ocupe nuestro recuerdos futbolísticos, que suba nuestras pulsaciones al atravesar sus modernos tornos, añoramos los fondos revueltos, porteros y árbitros vestidos de negro, banquillos de hormigón, echamos de menos hasta el rincón del patio donde desembalábamos el tentempié del descanso, queremos que huela solo a futbol sin ser capaces de explicar al nuevo escenario las claves de aquellas tardes de balompié, pasión y abrazo.
La nueva Catedral no sabe que le pasa, que le duele, se mira guapa, juega un futbol moderno, de corte elegante, viste galas de modelo, armonías rojas publicitarias, patrocinios de altura, pantallas de última generación, se sabe mas esbelta que su antecesora pero sabe que no enamora.
Sus antiguos dueños, los socios viven de alquiler en casa y el reparto de plazas natural no lo ha hecho el tiempo, ni la vejez, que es un grado, sino la urgencia. Tardamos 20 años en poner de acuerdo al entorno social y económico para hacer el nuevo estadio, 3 años en diseñar y poner en marcha la gestión y explotación del anillo VIP y solo meses en sentar a 45.000 personas.
Tal vez, si cada localidad estuviera mas cerca de su valor-confort real y cada socio estuviera mas cerca de su perfil-localidad: los veteranos, los que saben, los que animan sin descanso, los que empiezan, los de siempre, los invitados, los de fuera e incluso los que se mojan estarían mas cerca de donde quieran estar, un buen comienzo para empezar a recuperar sensaciones.
Es importante liberar este templo de la presión que esta soportando, es urgente que le contemos que esperamos y recuperemos el equilibrio social y vital de su predecesor y el cuajo que la sabiduría del tiempo daba al viejo estadio hasta que recupere el nombre de Catedral.
PD: si hay que volver a elegir localidad, poned mis dos carnets al final de la lista, yo solo quiero volver a sentarme en la Catedral.
Por Aitor Elizegi, Cocinero y empresario
Por desgracias tb los restaurantes han cambiado. Ahora supuestos restauradores viajan con el dinero de los vizcainos a Nueva York a Boise y a muchos sitios sin que sepamos los vizcainos a qué van. Antes los restauradores en Bilbao eran gente cercana y honesta. Ahora tb los hay perootros se dedican a abrir restaurantes de tercera para dar sushi de cuarta o gildas de quinta. Además en este mundo del Athletic tb aparecen y les da igual ir en uuna candidatura con Ercoreca, que con otro e incluso autopublicitarse como futuro candidato.