Iker Muniain: "Hay gente que me da por terminado"

Iker Muniain está dotado de una calidad innata y de un desborde que ha ido cimentando desde que con 17 años debutase en la élite. Ahora, tras superar una lesión de ligamentos cruzados, no atraviesa su momento más boyante. Algunas voces le censuran: "Hay gente que me da por terminado", lanza el extremo del Athletic Club, consciente de la falta de memoria y de la precipitación que se cierne sobre el planeta fútbol.

"Me siento bien, he pasado un verano fantástico. Me he encontrado en todo momento muy fuerte", explica Muniain sobre unos últimos meses mezclando sabores placenteros con su total recuperación física y amargos por verse implicado en un caso desagradable denominado Torbe: "Me guardo las cosas y me quedo los enfados para mí. No me gusta preocupar a la gente cercana a mí", lanza, para explicar que se mete "en la cama muy tranquilo todas las noches". El respaldo de su novia ha resultado determiante para seguir entero ante la cascada de informaciones que se referían a su persona, junto a su ex compañero en la Sub-21 De Gea: "Mi chica ha estado en todo momento apoyándome, al igual que mi familia y toda la gente que me rodea", significaba en El Partidazo de Cope.
En el plan puramente deportivo, por el que lucha cada jornada en Lezama, Muniain trata de adquirir el golpe de pedal en unas bandas ofensivas aún sin definir del todo en el esquema piloto de Ernesto Valverde, que aguarda con afán la mejor versión del 10 rojiblanco: "Estoy disfrutando de pocos minutos, la lesión está olvidada y me encuentro muy bien físicamente", desliza, para reconocer que "si metiese todos los partidos goles, estaría en el once. Por trabajo no es, porque lo estoy dando todo", remacha el extremo de La Txantrea, de solo 23 años, y ya mucha senda recorrida crujiendo cinturas en los rectángulos de juego.