El Athletic Club: progresa adecuadamente

El Athletic Club progresa adecuadamente.  Hace 30  años, en diciembre, primavera y junio, llevaba las notas del colegio a casa.   Recuerdo aquella cartulina doblada por la mitad, de papel fino y grueso, donde la profesora evaluaba mis trabajos y mis exámenes con 3 tipos de calificaciones distintas: necesita mejorar, progresa adecuadamente y destaca.

En el fútbol no hay evaluaciones, ni trimestres ni cuatrimestres: cada día es un examen, cada partido una reválida donde los futbolistas y entrenadores son observados con lupa, donde el "destaca" se ve poco y tan exigentes nos hemos vuelto, que enseguida sacamos el boli para poner una rayita en el "necesita mejorar".  A mi juicio, el Athletic Club ni destaca, ni necesita mejorar, progresa adecuadamente y tiene muchas reválidas donde ser examinado, y demasiados profesores exigentes que quieren calificar. Porque señores, el fútbol se ha convertido en una exigencia tal, que no ganar a Osasuna y Espanyol por ejemplo se convierte en un suspenso, más allá de que el rendimiento en ambos exámenes no haya sido el esperado.  Por potencial y por nombre el Athletic debería liderar sin problemas su grupo europeo, pero se nos olvida que a esto del fútbol no se juega ni con el nombre, ni con el presupuesto (aunque ayuda), ni con factores externos: se juega once contra once, y un día te sale un partido brillante y otro día no te sale nada.
Porque la diferencia del Athletic orgulloso, esforzado y brillante que salió del Bernabéu con la cabeza alta y que casi toca pelo, contrasta con la del Athletic tibio, sin ideas ni recursos individuales que vimos ante Osasuna, y ni calificación tiene lo de Barcelona una semana después, con la gesta de Aduriz en medio.  Mismo equipo, jugadores distintos en algunos casos y  una abismal diferencia tanto en las sensaciones como en la idea de juego y en la reacción durante los partidos.  Del optimismo lógico tras varias victorias consecutivas y un juego que empezaba a ilusionar, se ha pasado por momentos a dos tropezones en Liga ante rivales inferiores que han demostrado que o te pones las pilas, o con la camiseta sólo no vale para sacar adelante los partidos.  Tengo confianza que con el paso de las jornadas, el Athletic llenará su cartulina de calificaciones con más "destacas" y "progresa adecuadamente" que con "necesita mejorar", pero a la hora de calificar, no debemos ser inflexibles ni tampoco benévolos.  El Athletic debe competir, y si en los partidos juega como en Madrid, o como en las segundas partes ante Real, Sevilla o Valencia, yo le aprobaré aunque no tenga premio en puntos, y por el contrario, si consigue los tres puntos de forma discreta como en Coruña o Granada, no me temblará el pulso para decir que el Athletic "necesita mejorar" a pesar de  sumar en la clasificación.  Hay que ser optimista porque el equipo así lo requiere, porque fútbol y calidad sobran y porque salvo el día que sale cruz, los relevos responden y dan la talla más allá que el día que hay muchos cambios y el equipo no funciona se dé un cantado sonoro.  Esto es muy largo, pero muchos futbolistas están todavía algo lejos de su mejor nivel, de ahí que no me negarán que haya que ver el vaso medio lleno antes que medio vacío, a pesar de que algún día, un partido que parece fácil y asequible nos salga rana.  Así que si gustan, súbanse al carro del optimismo moderado, que sitio y argumentos sobran para ello, y tengan como yo, fe ciega en este equipo, ustedes ya me entienden...
Por Sergio Brau Monesma. Periodista invidente. Hincha del Athletic Club y de Boca Juniors. 

@sergiobraum