Se puede. Yeray va a poder

Se puede tener 21 años apenas y la vida por delante. Se puede ser joven y saltar a la primera división de un equipo imbuido en una filosofía que entrelaza cantera con valores. Se puede.

Se puede ser tildado de joven promesa y hacerse dueño de la zaga del Athletic Club de Bilbao. Se puede para un defensa central llamado Yeray Álvarez, llamado a ser un gran zaguero por su seguridad en los cortes de balón, en la salida al contrataaque, en saber manejar el cuerpo en la marca y en el tratamiento del balón. Se puede tener 21 años y ya ser codiciado como potencial fichaje para el FC Barcelona. Se puede.  Todo se puede: en eso radica la posibilidad; en la totalidad de lo que es posible.  Sin embargo, en ese ascenso a la cima futbolera pueden también surgir impedimentos, obstáculos, dificultades. Puede.  Las noticias difíciles suelen conllevar la facilidad de la palabra escueta pero profundamente certera.  Este viernes 23 de diciembre de 2016 para las 18.30 horas, el presidente del Athletic Club de Bilbao, Josu Urrutia, convocó a una rueda de prensa junto con los servicios médicos de la entidad, quienes nunca suelen brindarse en público salvo cuando media alguna dificultad seria de salud de algún jugador.  La nota de prensa emitida por el club es igual de escueta y certera que la dificultad de la noticia: “Enfermedad de Yeray Álvarez. El presidente Josu Urrutia y el responsable de los servicios médicos han señalado, en comparecencia de prensa, que hoy 23 de diciembre se ha confirmado que al jugador Yeray Álvarez se le ha detectado un tumor en uno de sus testículos y que requerirá intervención quirúrgica durante la próxima semana. Además de reiterar el respaldo del Athletic Club a su jugador, el presidente ha solicitado asimismo discreción y respeto para con la intimidad de Yeray Álvarez”.  Quién sabe qué sensaciones habrán pasado por la mente de Yeray. Si miedo, incertidumbre, bronca, serenidad, desazón, culpa. Si muchas preguntas. Quién sabe.  El próximo martes 27 Yeray será intervenido quirúrgicamente. Serán entonces otras sensaciones, otras preguntas. Acaso las mismas que, a su tiempo, sintieron y se formularon los hoy ex porteros Mono Burgos y José Francisco Molina; dos jugadores que pueden dar testimonio de su especial travesía y su supervivencia.  Se puede tener 21 años y una gran esperanza pese a la dureza del diagnóstico. Se puede soñar con merecer más años de vida. Se puede estar dispuesto a acompañar la enfermedad, cumplir con el tratamiento y hacer todo lo posible por salir adelante. Se puede. Yeray va a poder.
Por Alejandra Herranz. Blogger argentina, athleticzale y periodista.  

@aleherranz

Blog: Desde el promontorio