Un birdie como una Catedral

"Dicen que el golf es como la vida, pero no es cierto; el golf es mucho más complicado". Tal y como os lo cuento, desde mi humilde opinión puedo afirmarlo. No os estoy metiendo miedo, simplemente os intento abrir los ojos del mérito que tiene lograr lo que hizo anoche Sergio García.

Hoy os quiero transmitir mi visión y sentimientos hacia un deporte que desde mi punto de vista es único, distinto al resto. Se trata de un deporte individual cuyo objetivo es dirigir una bola a través de un palo haciéndola llegar a cada uno de los 18 hoyos en un menor número de golpes. ¿Parece fácil, no?   Con 5 años comencé a jugar a este deporte. El palo de golf era más grande que yo. Al principio, no os voy a mentir; no le pegaba a un cesto. Lloros, enfados y piques, muchos piques. Es difícil enganchar a un niño a un deporte en el que al principio eres muy malo y no disfrutas. Quizás es ahí donde veo el mayor mérito del golf. La persona impaciente y conformista, lo abandona y llega a casa y dice "Papá, no quiero jugar a golf". Sin embargo, el resto seguimos adelante, horas, muchas horas de entrenamiento y de repente un día "¡¡Papá, que golpazo!! ¡He llegado al cartel del 50!" refiriéndose a los metros que ha golpeado la bola.
  Conforme fui creciendo me di cuenta de la cantidad de valores que he aprendido gracias al golf. Este deporte es una valiosísima escuela para la vida, para la sociedad, una verdadera educación para la ciudadanía. Enseña desde a saludar hasta ser paciente. Enseña a cumplir normas, reglas de etiqueta y seguir un orden puntual, a estar quieto y  guardar silencio cuando corresponde. Enseña a ser recto y justo, a autorregularse y ser honrado con los rivales y con uno mismo y, por su puesto, a llevar las cuentas. Enseña a asumir responsabilidades y afrontar la adversidad con serenidad.  Hoy en día disfruto de este deporte como hobbie. Desconecto, manejo mis emociones y sobre todo trato de competir desde un punto de vista individual. Para mí, el golf responde a muchas cuestiones que suceden en un campo de fútbol. ¿Cuál va a ser mi reacción tras fallar un pase / un golpe? ¿Cómo voy afrontar un hoyo malo / un gol en contra? y así numerosas preguntas que me hacen conocerme mejor como persona...
   Ayer viví una madrugada vibrante. No me emocionaba con este deporte desde la Ryder de Medinah (2012). Gracias y enhorabuena Sergio por tu conquista en el Masters de Augusta. Ese birdie en el playoff de desempate... fue como una Catedral.  También recuerdo a todos los Athleticzales que tenemos un león que algún día hará el saque de honor en San Mames, me refiero al de Barrika, sí, Jon Rahm. Cuanto nos va hacer disfrutar este chaval...  Por último, no podía terminar esta entrada sin hacer mención especial a la persona que me transmitió su pasión por el golf. La persona que me enseñó todo sobre este deporte y me ayudó en las distintas decisiones que he tenido que tomar. Muchas gracias Fernando, por tu cariño y sinceridad, por ser un espejo en el que fijarme para afrontar la vida.  Actualizando mi proceso de lesión, el día 9 de abril hice mi segundo mes de rehabilitación.Ya estoy dando pedaladas encima de la bicicleta y he comenzado a realizar elíptica. Vamos por buen camino pero esto es una carrera de fondo y quedan muchos baches por superar... ¡A por ellos! Saludos a todos...
Por Matías Lizarazu, futbolista del Athletic Club cedido al Danok Bat y estudiante de Derecho económico.
Autor del blog: En la sombra del fútbol 

@matiaslizarazu