Ezequiel Loza: "El Portu es lo mejor que me podía pasar"

Dos años y medio después, Ezequiel Loza Fernandez (Santoña, 1976) regresa a La Florida para dirigir al Club Portugalete durante dos temporadas.

Ascendió al equipo en 2015 con un fútbol fascinante dirigido por un Carlos Merino colosal. Ya en Segunda B, Loza se sostuvo hasta La Roda en La Florida y Ebro en Zaragoza. Los malos resultados, que no su trabajo, muy valorado por el Club, le condenaron al cese.

La directiva, como en su llegada al poder lo hizo, vuelve a depositar toda su confianza en este entrenador 'fascinante'. Un Ezequiel Loza que rompe su silencio para vérselas a solas con ElDesmarque Bizkaia en la coqueta tribuna donde hace bien poco la afición, viendo el Portu-Castellón, creía que el ascenso a Segunda B era posible.

Las traidoras lesiones y los castigos tarjeteros mermaron al Portu de Docando, un Portu al que no se le permitió competir en Castalia. Docando estuvo muy cerca. Pero ahora todas las ilusiones están depositadas en Ezequiel, nombre bíblico de profeta, Loza, apellido que se nos hace muy familiar...

- Mister, tras su salida del 'Portu' en noviembre de 2015, me surgen tres verbos: 'querer' volver al Portu, 'creer' que algún día volvería, e 'intuir' que sería tan pronto...

"Querer, por supuesto: me sentí muy a gusto trabajando en el Portu. Además, es un Club que colma todas las aspiraciones de un entrenador, sobre todo porque se puede trabajar de una manera profesional: todos los estamentos del Club ayudan para ello. Todo entrenador querría entrenar al Portu...

"¿Creer? Pues nunca sabes. Lo que sí tenía claro era que mi cese fue consecuencia de los malos resultados, nunca de mi trabajo, que se valoró, y mucho, hasta el último día. "Fútbol es fútbol", decía Boskov".

Malos resultados, entrenador cesado: "había que buscar un revulsivo", aunque uno siempre tuvo serias dudas de que ese revulsivo estuviera encarnado en la figura de Asier Intxaurraga, que veía con impotencia como la nao jarrillera se iba a pique...

"Que habría de ser en un plazo tan breve?... Siempre se cree, pero que haya ocurrido tan pronto, poco más de tres años después, no es suceso que se dé habitualmente".

Así que, no le queda otra que... "agradecer al Club Portugalete, a su directiva, y a su presidente que hayan depositado toda su confianza en mí para hacerme tan pronto esta propuesta, para este proyecto de devolver al equipo a Segunda B", y mucho más por haberlo hecho sin tener que mirar la fecha en la que recibió su finiquito.

- ¿Docando, Loza, Docando, Loza?...

"Circunstancias distintas en cuanto a lo deportivo, y casualidad, sin más, que en dos ocasiones tan próximas en el tiempo yo haya llegado al Club tras la salida de Carlos Docando".

- ¿Cómo se ha fraguado el fichaje?..."

Terminada la temporada, se me hizo una propuesta. Yo terminaba mi vinculación con el Racing. Meses antes, le había hecho saber al Club racinguista que mi vinculación terminaría con el cumplimiento de mi segunda temporada. Quería ser entrenador. Volver a los banquillos. El Portu me presenta un proyecto muy ambicioso: ascender a Segunda B cuatro temporadas después de haberlo hecho.

Consideraba el Club que yo era la persona adecuada": ¿Estás dispuesto al reto?..."El Club me conocía, yo conocía la 'casa'. La plantilla era buena a mi parecer. Se trataba de mantener el bloque...

El ascenso de la 2014-2015. La experiencia de entrenar al equipo en Segunda B: "Le tomé cariño al equipo, al Club, a La Florida. Desde que salí, le he seguido, ya sea viendo partidos por televisión como repasando las alineaciones del equipo en el periódico de un bar".

El cronista y el entrenador coinciden a la hora de señalar que, frente al Castellón, en Castalia, las cuatro bajas de titulares tan nobles como Cubería, Arbeloa, Gabri e Infante mermaban mucho el potencial de un 'Portu' al que el trencilla le dio el tiro de gracia al expulsar a Bonilla a falta de tres minutos para que la primera parte llegara a su fin.

"Se me ha dado la potestad -vuelve a tomar la palabra Loza- de ser el encargado de dar el visto bueno a la plantilla que, al alimón con Tiniko Trespalacios, estamos conformando".

Cinco futbolistas seguían con contrato: El portero Mediavilla, los centrales Neira y Mendez, el medio centro Txopi y el ariete Bonilla que tan mal trato recibió por parte de un árbitro al que el ambiente de un Castalia tan cargado le superó. "Del resto de los jugadores que hemos renovado me he encargado yo, trabajando, eso sí, mano a mano con Tiniko".

Del trabajo conjunto nos resulta un 'once' de tan solo diez jugadores que 'repiten curso' (como si el equipo se estuviera preparando para contingencias tan injustas como la que se vivió en Castellón)... "Mediavilla; Cubería, Neira, Mendez, Moya, Artabe; Ukerdi, Txopi, Infante; Bonilla.

Con respecto al lateral derecho titular, Mikel Garmendia, "me habría gustado renovarlo. Le llamé, pero ya se había comprometido con él 'Somo', que, al parecer, está formando una plantilla para dar más guerra en Tercera que la que ha dado esta temporada pasada. Es mi deseo, también, que Arbeloa renueve, pero, de momento, habrá que esperar a que regrese del viaje" en el que se halla inmerso.

"En relación a los dos 'nueves' con los que hemos reforzado la zona caliente del ataque", luego de que Platero la haya templado con su 'fuga' al 'Siete Villas' cantabro, señalar que a Aitor Calvo, 'generación del 99 del Danok', ya lo conocía.

Lo de Galder Dwomoh (prodigándose en la isla maltesa de Gozo) ha sido para el mister de Santoña pan comido, el gigante ariete que se prodigaba en Malta decidió regresar a casa para, "luego de hablar personalmente con él, rechazar varias ofertas para terminar en La Florida" comiendo de la mano de un técnico con el que ya había trabajado en su periplo jarrillero de Segunda B. "Galder tenía ofertas".

Para entender el fichaje de Aitor, "En estos dos años he visto muchos partidos de juveniles". En varios de ellos Ezequiel Loza disfrutó de Aitor Calvo hasta terminar prendado de su fútbol. Loza no es un hombre de excesos: "de 19, 20 como mucho, no más elementos" quiere en una plantilla a la que le quedarían dos o tres huecos para rellenar si es que vienen mal dadas, o bien, de la necesidad a la opulencia no hay más que un corto trecho.