¿Quién puede asegurarle la fuerza eterna?
Tras el fiasco frente al 'todopoderoso' Huesca (2-2), ese equipo recién ascendido que, tras salir a hombros de San Mames por maletillas a sueldo, fue vapuleado por el Futbol Club Barcelona (8-2), y destartalada su casa de Alcoraz por un 'rayo' de Vallecas (0-1), el Athletic se sumió en un 'coma' inducido por el llamado "aplazamiento de la calle Payaso Fofo" y los compromisos de "esa cosa" (como dijera en su día el bueno de 'Susa') repudiada por Lopetegi, asistida por Hierro y, recientemente, tomada en adopción por Luis Enrique Martinez.
Con tanto tiempo por delante y todo él en espera, Eduardo Berizzo, con el Real Madrid en el horizonte, cerró las puertas de Lezama y en su interior se hizo fuerte para, asistido por su gente de confianza, aleccionar en secreto a los leones. Entrenamientos. Un amistoso frente al Real Valladolid.
Mil y una consignas para ir puliendo esa forma tan suya (y de Bielsa) de entender el fútbol y hacérsela llegar al yo mas profundo de los leones. La necesidad agudiza el ingenio.
El hambre. Las ganas de comer. Tres semanas con lo uno y con lo otro. Hasta que... se acabó lo que parecía malo al entender de los periodistas y afición en general: ¡llegaba el Real Madrid a San Mamés y el espíritu de la Catedral mandó a correr!
Expectación. No porque el rival fuera el equipo merengue de un presidente escurridizo (que también) sino por comprobar si el trabajo de Berizzo empezaba, por fin, a 'metaforearse' en el nogal del poco ruido y las muchas nueces. Visto lo visto (a 600 kms de San Mamés), el cronista es un hombre feliz perdido en la silenciosa soledad de una aldea nocturna.
Feliz porque el Athletic, en su tercer partido de liga, le ha sido fiel a esa promesa que le hizo al 'fútbol loco' del 'Toto' en la ceremonia primigenia de la pretemporada: "Hasta que el cansancio nos separe". Luego de lo visto y sentido en la lucha de gigantes que se ha librado en un mundo descomunal, en la enormidad de la Catedral, a uno, frustrado león que se quedó en intuitivo jarrillero, se le ponen los 'colmillos' largos imaginando qué habría sido en la noche del sábado 15 de septiembre si a los jugadores que sacó a escena Berizzo las fuerzas, del todo intactas, les hubieran respetado hasta el minuto 93'...y uno mas, córner a favor incluido, Susaeta lo bota y 'Rulo' la clava de cabeza en las redes de la meta de un arquero que, del todo sorprendido, pregunta: ¿Cour tois?
Este segundo gol, que no se produjo, habría hecho enloquecer a la grada de San Mamés, saltar por los aires el banquillo del Athletic...y llenado de satisfacción a un entrenador, Berizzo, que, saliéndose del área técnica, corriendo y dando saltos como de '!oco' no dejaría de gritar: ¡Eureka!...Lo he descubierto. 'La piedra filosofal'. 'La llave de plata'. Lo que mi maestro Marcelo Bielsa, en Old Trafford, yo, a la tercera...¡la vencida!.
Ganar al Real Madrid con ese estilo tan mío como de él, de mis jugadores, de la gente que, primero en volandas, y luego en parihuelas, nos ha llevado hasta la victoria haciendo que sacáramos de la flaqueza final las fuerzas del inicio, al mismo tiempo que hacíamos de tripas corazón. Athletic: Gu gara Nagusia...batez be idazlea zugandik hain urrun dagoenean.
A la tercera, la vencida. O casi. No ya porque el resultado haya sido de empate, sino por esa manera tan vertical y vertiginosa de ascender la mole granítica del gigante blanco en tan solo 94 minutos. El día, lease jornada, en el que el Athletic sea capaz de mantener intactas sus fuerzas durante la totalidad de los partidos, ese día, esa tarde, esa noche...la parroquia de San Mames podría enloquecer. Siempre y cuando, claro está, el futbol desplegado se parezca hasta lo gemelo con este regalado ante el cuadro del Julen del presidente de "cerrado por obras en los lavabos".
Para que lo combinatorio haya alcanzado el derroche, y el producto final, la locura, ha sido preciso que Unai Simón. creciera varios centímetros en el periodo de espera alzándose sobre la estampa 'suicida' de Alex Remiro. Que Iñigo Martinez regresara del dique seco. Que Beñat Etxebarria saltara de la grada al césped para, haciéndose fuerte junto a Dani García, permitir que 'Rulo', una vez rescatado de la 'zona de confort' en la que malvivía, 'rulara' por los 'espacios de influencia' como Pedro por su casa.
Fortalecido el centro del campo, trasladar al 'soldado' Muniain al lugar en el que lo parió Joaquin Caparros, el flanco izquierdo, para, partiendo desde él, recorrer la inmensidad del campo 'delinquiendo' con sus diabluras. Markel Susaeta, ¡banda derecha!. Y de falso nueve, pero siempre dispuesto para ser del caballo de Troya su ariete, Iñaki Williams.
Desconozco si este 'once' frente al Real Madrid ha sido ese del que se dice que se terminará aprendiendo 'de carretilla'. Si fuera por el equilibrio, por la solidez, por lo combinatorio, e incluso por el virtuosismo, uno iría el lunes a la tienda de Marina y Bautista para comprar los cromos del Athletic, y empezar a pegar en el album de Panini esos sentimientos que provocan tanto apego a este equipo que, en la noche sabatina, le ha sido fiel a la hinchada que en matrimonio tomó en los albores de la pretemporada.
"Hasta que la falta de fuerzas nos separe". El Athletic, mientras ha corrido, saltado y volado tanto, o más, que el gigante blanco al que se medía, ha sido, en lo fútbolisticamente hermoso, tanto, o más, que el cuadro de Lopetegi, ese entrenador que Florentino, 'el señor de los lavabos', raptó de la rusa Europa para tapar el vacío de 'Zizou' y de ese Cristiano Ronaldo del que, hasta el ocaso del luso de Madeira, seguirán viviendo la prensa de Madrid y las 'teles' del 'estado'.
En lo que a este Athletic respecta, el que a sí mismo se busca....¿Quién le ayuda a Eduardo Berizzo a alcanzar el cielo, por favor?..¿Quién puede asegurarle que los leones, mas pronto que tarde, serán capaces de rugir y morder durante noventa minutos...y luego mas?...
Con Capa...con 'Sanjo'...¡Con Rico!
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista y periodista