El Athletic de Berizzo no encuentra el camino
Ramón Orosa
Bilbao, 6 nov .- El Athletic Club de Eduardo Berizzo no encuentra el camino en esta temporada 2018-2019, en la que encadena diez partidos sin ganar y se encuentra al borde de un descenso sobre el que solo tiene un punto y un puesto de ventaja disputada ya la undécima jornada de LaLiga Santander.
El Athletic insistió este lunes en su versión de incapacidad en ataque y debilidad defensiva en la que fue su tercera derrota del curso, el 1-0 con el que cayó ante el Espanyol en el RCDE Stadium. Una visita liguera hostil hasta el punto de que acumula 21 ocasiones seguidas sin lograr ganarla.
Fue la tercera derrota en una trayectoria en Liga en la que solo suma un triunfo, el de la primera jornada ante el Leganés en el descuento, y siete empates.
Pero por encima de los resultados, negativos sin duda, preocupa en el Bilbao futbolístico la imagen de estar para poco que ofrecen los leones.
Y el también el bandazo dado por el técnico argentino. Abjurando de la idea de juego combinativo con un perfil concreto de futbolistas en el medio campo, los creativos Unai López e Iker Muniain, para dar paso a otra versión con más músculo con Mikel San José y Mikel Rico por delante de Dani García.
No le funcionó la primera -aunque fue más con Beñat Etxebarria que con Unai López, dos jugadores de parecidas características-, y tampoco le está funcionando la segunda.
Aunque por medio se ha dejado un cambio radical de discurso y la manera de entender el fútbol que pregonaba y que le hizo ser el elegido para intentar el levantar el más que decepcionante Athletic del 'Cuco' Ziganda.
La pregunta en buena parte del entorno del Athletic es si el de Cruz Alta no debería haber perseverado en su idea inicial hasta que se plasmase en el campo a apostar por una fórmula en la que San José debe ser el 'cerebro' del equipo y Rico el 'llegador' de medio campo y constructor de jugadas cerca del área.
No parecen ambos llamados para ello. Y mucho menos juntos y por delante de Dani García. A Berizzo no pareció disgustarle la fórmula para dar "solidez" al juego, pero con ella, con ese 'trivote' en medio campo mucho más capacitado para la destrucción y el esfuerzo que para la construcción de fútbol, son ya dos partidos sin marcar un gol y sumando un punto.
En el primero, ante el Valencia, se quedaron fuera del once Iker Muniain e Iñaki Williams y en el segundo, en Cornellà-El Prat, repitió en el banquillo Muniain y cerca de él sentó Markel Susaeta. Un lujo para un equipo con no demasiados mimbres ofensivos e incapaz de ofrecer balones que rematar a su goleador Aritz Aduriz.
El ariete internacional también parece dar síntomas de empezar a acusar el paso del tiempo en busca ya de los 38 años, pero la verdad es que no se puede asegurar nada al respecto porque el juego de su equipo le está dejando casi inédito en el remate. El aspecto del juego con el que casi convenció a todo el mundo de ser casi eterno.
Raúl García lo intenta y lo intenta pero se ve poco acompañado en un equipo sin la participación esperada tampoco de los laterales Oscar de Marcos y Yuri Berchiche, y con menos firmeza en un centro de la defensa en principio bastante acreditado con Yeray Álvarez e Iñigo Martínez, y en el que tiene un rol menos importante que el año pasado, el de su debut, Unai Núñez.
El Athletic no acaba de cogerle el aire al 1-4-3-3 que, con el tipo de jugadores que sea, le gusta tanto a Berizzo. Quien no ha insistido demasiado en el 1-4-4-2 con el que hizo su mejor fútbol en el Benito Villamarín (2-2) y en el Camp Nou (1-1). Donde arrancó dos meritorios empates a pesar de perder sendas ventajas en el marcador.
Dos igualadas dando buena imagen y en su día muy valiosas, pero que no le han servido de mucho a un equipo que ni defiende con firmeza ni ataca con fluidez y al que a su técnico cada vez se le presumen más dudas que certezas.
Lo que tiene seriamente preocupada a una afición rojiblanca temerosa que ve que los suyos, más allá de los resultados, que son malos, no encuentran el camino.