El paciente inglés
Con el paciente en observación y esperando la medicina de la victoria para que mejore en próximas fechas, se ruega por la salud del Club ante un pronóstico reservado, que no se haga demasiado ruido en los pasillos.
Las elecciones en el Athletic son un mecanismo positivo que no debería rasgar cuerdas sino unir guitarras. Espero y deseo que más allá de un buen debate y una lucha por la presidencia en justa lid, nos alejemos de un asunto que para nada necesita nuestro equipo en este preciso instante: la confrontación o división de su gran patrimonio, la masa social.
En juego de tronos hay un eslogan que presagia el devenir de su historia, el lema es “Winter is comming”, el invierno se acerca. El frío es el verdadero enemigo y todos debemos prepararnos de cara la segunda vuelta para entrar en calor.
Sabemos que habrá tres batallas importantes porque lo recogen los historiadores sufragistas
Las decisiones de las últimas horas de cara a presentar sus candidaturas a la presidencia del Athletic Club, tanto de Alberto Uribe-Echevarria como de Aitor Elizegi, anima a los abonados a este tipo de eventos democráticos, y si me lo permiten hasta ilusiona la aventura de ambos para que los socios y aficionados puedan interesarse por temas de la familia rojiblanca, alejar a los fantasmas de la orfandad, y obrar en consecuencia.
Conozco personalmente a ambos candidatos, y me parecen dos amantes de nuestro equipo, dos personas cercanas, apasionadas y trabajadoras. Motivo por el cual agradezco su valentía en un momento de tanta incertidumbre, y les deseo una suerte plena en sus respectivas campañas. Ojalá que todas las expectativas que se pasearán por sus mentes, en largas noches en vela, se plasmen en un futuro inmediato.
En su suerte está la suerte de todos y la del Athletic Club. Lo único que considero oportuno es aleccionar a la tropa para que no se genere el típico conflicto gratuito que suele acompañar a unos comicios. Sabemos que habrá tres batallas importantes porque lo recogen los historiadores sufragistas.
La primera será la presentación de firmas, la segunda el debate litúrgico ante los medios de comunicación, hay que saber elegir, en las frescas madrugadas, los lugares más idóneos para un duelo. Finalmente el Waterloo de Ibaigane, la última contienda: sumar el mayor número de votos en lo que se presume a todas luces será un día en rojo y blanco en el calendario.
Desde la serenidad seguro que construiremos el puente hacia esa estabilidad que todos deseamos. Todo sea por el paciente, nuestro paciente, que necesita tranquilidad y soluciones. A nadie le gusta escuchar a sus médicos discutir en voz alta sobre su estado en la mesa de operaciones.
Por Patxi Herranz, periodista de El Correo y Radio Popular