Lo que Iraizoz nos quitaba, Jonás nos dio

Hoy no se podía ni chistar en Bilbao. Ni elecciones, ni san lunes, ni nada. El Athletic Club centraba toda la atención con el partido ante el Girona en San Mamés. Gaizka Garitano era la cirugía radical para sajar la enfermedad que carcome al equipo. Un tratamiento de choque, pero que irá poco a poco, como él mismo ha advertido.

El deriotarra se estrenaba -en liga- en el banquillo del primer equipo con una victoria de penalti (1-0), ante 34.060 espectadores, con gol de un Aduriz gélido como Clint Eastwood. ¡La enchufó a lo Panenka en el descuento! Qué sufrimiento. En agosto y en diciembre hay que ganar al borde del infarto, en ambos casos con Muniain de protagonista, por cierto.

El público, el que va digo, entiende la situación, animó desde el minuto uno. Además, se vio que el mejor remedio para la animación es que el equipo ataque, que use las bandas y que los 'uyyyys' retornen a la garganta. Vimos al mejor Athletic, no de la temporada, sino de 2018.

25 remates, un poste y 11 saques de esquina escenificaron a un gran Athletic. La suerte torcida del que está abajo y un enorme Iraizoz casi frustraron su premio

La racha de 13 partidos consecutivos sin ganar con Berizzo ahí muere. Pero, en la noche en la que el VAR funcionó como las máquinas de Terminator, se vieron además soluciones mejoradas. Sin marcajes individuales ni carreras agotadoras. Haciendo lo que se sabe hacer, como en los restaurantes sensatos. El conjunto vasco debió ganar por varios goles sin sufrir tanto, hizo casi todo bien.

Sin duda hay trabajo por hacer y cosas por mejorar. Sobre todo en cuanto a solidez. Pero es justo decir que hoy la defensa era de parches ante la lluvia de sanciones (Peru, Iñigo y Yuri) o la lesión de Balenziaga. Además ha habido muchos destacados, como un Dani García imperial, un Capa vibrante, un Rulo para siempre o un Córdoba eléctrico.

Quedó una buena jornada 15 para el Athletic. Cero puntos para los dos equipos que tiene por detrás (Huesca y Rayo) y sólo uno entre los dos que están situados justo por delante, Villarreal y Leganés. Habrá que dar otro paso el próximo lunes (sí, 21:00h) ante el Alavés en Mendizorroza.

Se desperdicia un fantástico primer tiempo

El hijo de Ondarru es un tipo que tiene las ideas muy claras. Un bloque compacto, bien ordenado y que concede pocas ocasiones a sus rivales. A partir de ahí, golpear por banda cuando se pueda. Para intentarlo tiraba de lo puesto en defensa, con tanta baja Capa y De marcos se hicieron cargo de las bandas y Iago de la meta. Dani García y Williams fueron las novedades por delante, a Sanjo y a Muniain les tocó banqueta de salida.

La tarea pintaba ardua. El Girona es un limonero (por su amarillo) de tronco hercúleo. Defiende con cinco atrás y cuatro por delante. Pétreo. Pero el Athletic tenía auténtica necesidad. Hizo un enorme primer periodo, venga a empujar, pero sin gol. La grada rugía. Williams y Aduriz casi marcan nada más empezar, pero Iraizoz sacó unas manos tremendas. Lo de reivindicarse se quedaba corto con el navarro, no paró de sumar grandes estiradas.

El VAR se canta como un gol por la escuadra

Parecía que habíamos vuelto a los 80. Al arrebato. Lo único que desentonaba era el VAR. Se pidieron dos penaltis por mano en esa txanpa inicial. Cordero Vega, el 'supertacañón', no salió ni enfocado por la TV. Con los leones tienen menos miramientos en la pantallita esa. Pero esta vez vino a ayudar. Un resbalón de Unai Núñez acabó en gol en la primera jugada que los catalanes pasaron de medio campo. Afortunadamente, vieron la mano de Stuani antes de marcar. Anulado.

Pero la jugada hizo daño. Los de Eusebio se estiraron, especialmente por su banda derecha, haciendo sufrir a Córdoba y a un diestro como Demar. Fue tan solo un trailer, con Stuani y Pedro Porro luciendo poderío, porque enseguida los de Garitano se rehicieron. Volvieron a la carga forzando varios córners. En uno de ellos el balón se paseó por mitad de la portería sin que nadie lo soplara dentro.

Decididos a salir del pozo

Pese a la buena imagen de casi todos, el marcador no se había movido. Eso sí, la flojera defensiva va a costar quitarla. Ese runrun cuando la pelota ronda el área es tan omnipresente como el himno. Hacia arriba bastante mejor. Sin que Aduriz ni Raúl estuvieran muy finos, se hicieron un buen número de ocasiones claras para mojar.

No es la noche para poner peros. Sino para pensar que cuando gire la fortuna se ganarán varios partidos más

Iraizoz, ya es mala suerte, seguía convertido en Iribar, sacaba todo por arriba y por abajo, aunque casi se lío él solo con la más fácil. Va en el ADN. Partidazo excepcional el suyo. También el de Capa y el de Córdoba, no así Williams, que se fue prontito con un doloroso golpe en el hombro izquierdo. Mal día el del atacante bilbaíno. Susaeta cogió, con justicia, su plaza.

En plena carga final el poste frustraba un gran vuelo de Aduriz, al que los minutos pasaron clara factura física. Cuando no era Gorka (7 paradas) era la madera, pero hay que quitarse la txapela con este Athletic. Lo intentó todo y más. San José fue el siguiente en entrar en busca de cazar algún balón en el área amarilla. Valverde le llamaba el imán.

Sólo quedaba la última bala, Iker Muniain. La renovación y el cambio de técnico le han dado menos protagonismo, está en su mano recuperar sus galones. La faena es que saltaba cuando ya la gasolina de sus compañeros estaba como los indios en USA, en la reserva. Aún así, fue capaz de rascar un penalti a su 'broder' Jonás Ramalho en el 90'. Aduriz lo clavó en pleno éxtasis. Panenkazo. Victoria.