Hicimos la cuenta de la vieja
El Athletic Club ya ha disputado su último partido del año 2018, al que llegó con la idea de celebrar las fiestas navideñas fuera de zona de descenso. No perder bastaba. El Villarreal no disputará su encuentro de esta 17ª jornada, ante el Real Madrid, hasta el jueves 3 de enero.
Pero los demás a lo suyo, ellos a su rollo. Aquí era clave ganar al Real Valladolid hoy sábado, un equipo que hila fino lejos de Zorrilla, y que la vida ha convertido su visita, dada la coyuntura, en otra final. Final empatada (1-1) con una genialidad, enésima, de Aritz Aduriz, desde los once metros... y zarandeada con la igualada en el tiempo de descuento. ¡Qué bajón! ¿Y ese taconazo previo al gol? ¿A qué vino, Dani?
Yeray y Raúl García serán baja en Balaídos. Esperemos que el descanso y el nuevo presidente traigan un cambio de la fortuna
Este tipo es muy especial, Adu. Camino de los 38, con el equipo en descenso, se juega dos penaltis: un Panenka y otro sin coger carrerilla. Y, claro, encima los mete limpiamente. ¿Le darán algún día su nombre a una grada de San Mamés? Se acaban los adjetivos, si es que hasta inventa golpeos. Eso no tapa que no se supo cerrar el partido. El empate supo a derrota.
Fue, por cierto, el último día, o noche, de Josu Urrutia en el palco, con 399 encuentros al mando, sea como presidente o como gestor, en un momento clave: tanto Uribe-Echevarría como Aitor Elizegi avanzaron su presencia en la grada aparcando por un par horas la contienda electoral para animar. Los pasquines, que los hubo, quedaron fuera.
De las bengalas a los retornos
El técnico deriotarra buscaba un pildorazo anímico para la plantilla. San Mamés es la baza. Hasta 'Piratak' empezó a sumar con su bengaleo previo en torno al autobús. El once, lleno de fijos, devolvió al primer plano a Iker Muniain (primera titularidad con Gaizka), aunque chirríe mucho en banda, y a Iñaki Williams, que aún busca su gol en Bilbao. Hoy, lo siento, estuvo fatal.
Ritmo, ritmo, ritmo... es lo que precisa este 'nuevo' Athletic para salir de las fosas abisales, con el 'abc' del fútbol, y qué aprendan los que no lo ven. No es hora de exquisiteces, ni 'tiki-tikis' de la prensa posturona. Sino de sumar, como con la maravillosa media inglesa (ganar en casa y empatar fuera).
El problema es que esta manta tapa muy bien los pies (defensa), pero en ataque nada que ver con el día del Girona. Poco se chutó. Poco se desbordó. La fluidez de las bandas estuvo ausente por completo... salvo que Aduriz se inventó otra genialidad. El del Antiguo lo arregla todo, es aquello del aceite '3 en 1'.
Un Valladolid impermeable
Desde luego costó ajustar la presión, con lo que los de Sergio empezaron tocando, bajando revoluciones, ante unos leones lentitos. Costó un cuarto de hora encontrarse. Capa tuvo la primera, aunque le faltó fe. De todas formas el show era pobre. Como sean así las cenas navideñas morimos de secano.
La primera parte vio más empuje que fuste. Lo puso el Athletic, porque a Iago le podían haber llevado una tablet para verse una serie. Entre que unos no podían y otros no querían, mal tema. A fuer de insistir llegó un claro penalti de Gontán, que Aduriz transformó sin carrerilla. ¡Qué repertorio tiene este hombre! A su amigo Jon Rahm le ardían las palmas viendo el 'putt' de su ídolo al hoyo.
Aduriz alumbró al mundo su penalti
Todavía 'ojipláticos' por la acción del donostiarra desde los once metros empezó la segunda mitad. El que más aturdido Williams, que tomó varias decisiones nefastas. Con lo que había costado adelantarse, había que estar a tono. Porque al ceder terreno, algo ya visto con Berizzo, el Valladolid pegó un susto gordo con un tiro de Óscar Plano que se fue al poste de la meta de Herrerín.
Rápidamente Garitano insertaba a Iñigo Córdoba, que se ha desenvuelto bien desde que él ha llegado al cargo. Se notó su chispa. Y no se notó el VAR, porque Raúl García fue derribado y allí nadie vio nada. En la TV el derribo fue nítido. El Athletic nunca lo tiene fácil, y no lo pongo en plan victimista, sino en el sentido de sufrimiento. Me quedo corto incluso.
Si no matas...
La grada se encendía para el 80' soñando ya con el tesoro (oro, incienso y mirra) de los posibles tres puntazos. 'Athleticcc, Athleticcc...', tronaba, ya que el equipo estaba ya algo atenazado. Pero todos dimos ese botín por cobrado. La cuenta de la vieja. Tras San José por Beñat, Guruzeta fue el último relevo para pegarse unas buenas carreras y dar pulmones a sus compañeros. No sirvió.
¡Qué rico iba a sonar el pitido final de Sánchez Martínez! Nos relamíamos. Pero llegó el bajonazo en el último momento (93’) con un gol del empate tras una serie de rechaces, en el que no hay fuera de juego. Los jugadores casi lloraban sobre el césped. Ni el VAR lo reparó. Gol legal y berrinche. Carbón. Navidades de incertidumbre. Ahora sí, a pensar ya en la recta final del proceso electoral y a elegir el nuevo presidente. Su acierto será el de todos. Hay mucho que reparar. Mucho.
Señor garitano resulta k cuando Berizzo no convocaba a Perú,usted lo hacía jugar d titular en el centro dl campo y ahora ni lo lleva convocado,es mucho mejor jugador k su querido San José k el hombre ya está para poco,señor garitano a mi entender no vale usted para dirigir a todo un Athletic, ni De Marcos, para el siguiente partido lo pondrá en el lugar d Raúl García sancionado y a Muniain saque lo d la banda y dele libertad, eso es lo bueno k es usted, fichen a un entrenador antes d k nos baje este señor, al nuevo presidente se lo pido