Ander Iturraspe, breve el fulgor, larga la agonía

Jugar en La Florida me imponía. ¿Hay que ser muy fuerte anímicamente para recorrer el túnel rojo y saltar a San Mames?...

Se lo pregunto a ustedes a cuenta del 'caso Iturraspe'. Ander Iturraspe Derteano [Abadiño; 8-3-1989]. Un medio centro al que Marcelo Bielsa convirtió en líder del equipo, así a la hora de dirigir aquel juego tan maravilloso... como en su ascendencia en el vestuario. Brilló en Europa. Con Ernesto Valverde tuvo una temporada y media fantástica formando pareja con Mikel Rico. De repente, empezó a caminar en retroceso. Pérdida de protagonismo. Banquillo blando y duro. Fuera de las convocatorias. La fría grada... Con Valverde, Ziganda, Berizzo, y ahora con Garitano...

Desde fuera no encuentro explicación para que un futbolista toque el cielo con 22 años, se mantenga en él tan poco tiempo...y se precipite al infierno por un motivo que se me escapa...y nadie me lo explica.

De niño se cuenta que dejó Lezama para ir a jugar con sus amigos de Abadiño. Que luego regresó al Athletic. Todos alaban su tremenda clase. Su compañero Lander Otaola le dedicó un panegírico en este DESMARQUE BIZKAIA. Nadie entiende cómo puede ser que un genio se apague a los 25 años. Y ante la desidia de sus técnicos. O la de la dirección deportiva del Club. O la de la psicología al servicio del Athletic. Me imagino a Marcelo Bielsa haciéndose cruces.

Lo que me extraña es que ningún otro Club se haya fijado en él viendo cómo en el Athletic se consumía, y camino va de la extinción, en lo mejor de su carrera.

Perdonen que me ponga pesado. Mientras un jarrillero como Ander Capa [permítanme el ejemplo] escalaba desde el 'DANOK' hasta ganarse la banda que Valverde le regaló a De Marcos [porque Ernesto no era capaz de ir más allá de la estela de Iraola], Iturraspe hacía el camino inverso. Partía el 'ocho' desde una titularidad insultante. Lo hacía en la posición de más prestigio. En una temporada de locura. 2011-2012. Aquella en la que se maravilló a Europa entera y la UEFA se escapó por una mala tarde en Bucarest.

Estoy seguro de que los que se manejan en el día a día como compañeros saben algo que yo desconozco. La inmensa mayoría se crece de seguido a enfundarse la zamarra rojiblanca. Ander Iturraspe, en cambio, asiste, impávido, inerte, mudo, a su propia muerte. Muerte lenta. Agonía deportiva que a nadie parece importar. A mí, sin embargo, me escandaliza. Lezama busca y busca un líder en la medular y resulta que ya lo tiene. Que lo tenía la temporada pasada. Que lo tenía desde que se fue al banquillo y, poco después, a la grada.

Me llama la atención el Club no se haya pronunciado al respecto. Que nadie haya salido a la palestra. Que, como 'parte afectada', el propio Iturraspe no haya convocado a los medios de comunicación. O que estos no se hayan unido en pos de una cuestión y una arenga: ¿Vives, Ander?... ¡Resucita, Iturraspe, Resucita!... Y si hasta el 'habla deportiva' has perdido... ¿Es que no hay nadie en tu mundo autorizado para salir a la plaza pública y explicarnos por qué existes sin vivir, porque vives como si no existieras?...

Se dijo que "si yo callara, hablarían las piedras". Pero no hablan. ¿Es por cobardía el silencio del pedregal?...Y si te mantienen con ellos a pesar de tu inacción... ¿qué tipo de ganancia tan extraña es esa de la que el Athletic se beneficia?...

¿Por qué renovar al hombre que a cambio de alargar su vida en el Athletic a ese mismo Athletic nada le reporta como futbolista?...

Si no fueron capaces de insuflarle el espíritu necesario para competir, ¿cómo es que no le abrieron la jaula a su debido tiempo para que volara si pájaro era y volar era su deseo?...Y si tras Marcelo y 'un trozo de Txingurri', alguien o algo le cortó las alas, ¿por qué demonios no haberlo colocado en la senda correcta para que la hubiera podido andar?...

Cuando un futbolista se detiene, y luego cae, y cae, y cae... y sigue cayendo hasta tocar fondo, 'socorrerlo' sería el quehacer humano. Pero el Athletic 'se inhibe'. Como si Ander Iturraspe no fuera con él. Como si no fuera uno de los suyos. Como si la condición de león hubiera perdido. Y si así hubiera ocurrido, ¿es que no hay un cielo, a modo de jugosa sabana, en el que los leones encuentren solaz cuando el rugido y el zarpazo ya no les asista?...

Y si existe, si lo hay,... ¿Quién lo ayuda a ir al cielo/ por favor / quién puede asegurarle la otra vida / Apiádense del futbolista que / de repente / olvidó/ que a este mundo vino/ a tener su hijo / a plantar su árbol / a escribir su libro..."...

'Hijo', 'Árbol', 'Libro'. O sea, ser como un madero que, clavado en el centro de San Mames, estuviera sustentando el firmamento.

Post Scriupum: ¿Por qué Marcelo Bielsa nunca reclamó como suyo aquel 'ocho' que él mismo creo?

Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista y periodista