La tristeza de Susaeta
El Athletic Club de Bilbao ha realizado este martes su último entrenamiento de la temporada 2018/19 en Lezama. Los leones enfilan ya las vacaciones rumbo a descansar y desconectar después de un año de auténtica montaña rusa. En la última jornada las ‘antenas’ de los aficionados y de la prensa estaban muy pendientes de aquellos que no seguirán adelante.
Se conocen los casos de Markel Susaeta, Álex Remiro, Ander Iturraspe o Mikel Rico. Aritz Aduriz aún deshoja la margarita, aunque parece que el donostiarra, al salir posando con la nueva camiseta, tiene más porcentaje de seguir que de colgar las botas. Hoy estaba muy sonriente jugando al futvolley con sus compañeros.
La cara de 'Susa' lo decía todo. Siempre ha sido el de Eibar un chico serio cara al exterior, pero en este caso su rictus y su mirada denotaban tristeza. Estaba absolutamente apagado, abatido
Sin grandes alharacas, la sesión de trabajo de los de Gaizka Garitano concluyó sin ningún tipo de aspavientos: no hubo manteos ni aplausos ni gritos. Los leones se retiraron a fotografiarse y saludar a varias personas de una residencia de ancianos que habían acudido de visita.
Hubo que esperar al párking para ver la que probablemente fue la imagen de la jornada
Markel Susaeta, siempre educado y presto a atender a los aficionados, se dejó fotografiar, saludar y firmo autógrafos a varios athleticzales que se lo pidieron. Cortés, amable. Pero su cara lo decía todo. Siempre ha sido el de Eibar un chico serio cara al exterior, pero en este caso su rictus y su mirada denotaban tristeza. Estaba absolutamente apagado, abatido.
Pena por abandonar el equipo después de 22 años, y también pena por cómo se han desarrollado los acontecimientos en su recta final. Demasiada polémica en el entorno para una persona que siempre quiso pasar desapercibida.
Queda por conocerse ahora su futuro profesional. Él quiere seguir jugando y queda por saberse cuál será su destino. Esperemos que pueda desarrollar su próxima etapa con una sonrisa y sin los ojos tristes que hoy lucía en Lezama.