Las lesiones pasan de puntillas por la pretemporada
El fantasma de las lesiones acecha cada pretemporada. Con los primeros entrenamientos y los primeros partidos de preparación es muy común que se produzcan problema físicos como consecuencia del esfuerzo tras el periodo de inactividad por el que han pasado los jugadores. Un problema que el Athletic Club ha soslayado felizmente este verano y que Gaizka Garitano ha celebrado tras cada amistoso.
El único contratiempo de importancia llegó nada más arrancar la pretemporada, Iñigo Lekue se quedó fuera de concurso en el entrenamiento del 9 de julio, en el que sufrió una lesión moderada en el recto anterior del muslo derecho que le ha impedido participar en los amistosos. El de Deusto se está integrando ya a la dinámica de grupo y no tardará en estar a disposición del técnico deriotarra.
La reincorporación de Iñigo Martínez a la pretemporada, vino con susto. El central, que había alargado sus vacaciones tras un verano agitado -Euskal Selekioza y selección española- llegó con unas molestias a las pruebas físicas del IMQ y notó un pinchazo.
Pese a no ser nada grave, esto no le dejó incorporarse al trabajo con el grupo. El cuerpo médico, cauteloso -ésta es la tercera pretemporada en la que tiene percances físicos-, diseño un plan de integración paulatino para el ondarrutarra, que pudo disputar sus primeros minutos en el amistoso frente al Numancia del 1 de agosto, y tres días después fue titular en el 'bolo' de El Sardinero.
El tercer y último problema ha tenido a Ibai Gómez como protagonista. El de Santutxu fue baja de última hora en el expedición que viajó a Miranda debido a un golpe en el gemelo. El viernes no participó en el entrenamiento, pero se espera que esté de vuelta este domingo en Lezama.
Si no hay contratiempos inesperados en las cuatro sesiones de trabajo con las que Garitano preparará en duelo inaugural de LaLiga ante el FC Barcelona, el técnico rojiblanco podrá disponer de todos sus efectivos para recibir al cuadro blaugrana, salvo, muy posiblemente, Iñigo Lekue, al que le queda al menos una semana para ponerse a punto.