Los males del Athletic de Gaizka Garitano
Ya no hay tanto vino y rosas como cuando se estaba líderes. El Athletic Club llega al segundo parón liguero de la temporada falto de juego y de la pegada que exhibió en un arranque de campeonato más que meritorio que le hizo líder, con 11 puntos en cinco partidos, tras la quinta jornada.
Pero desde entonces, los 'leones' apenas han sumado un punto de nueve posibles y, lo que es peor, han mostrado serias debilidades de medio campo hacia adelante.
Porque no es que el equipo bilbaíno no haya cosechado buenos resultados, sino que ha ahondado en la idea de que, independientemente de los marcadores finales, en lo creativo y en lo ofensivo muestra serias limitaciones.
Tras el 1-0 de Balaídos de la última jornada, el propio Gaizka Garitano lo reconoció: "Tenemos más problemas con balón ofensivamente, en los 30-40 últimos metros hay que hacer más cosas, porque si no te obligan a realizar un trabajo defensivo perfecto".
Un Athletic que sufre en ataque
Aunque con matices y probablemente ligeramente peor que en otras salidas, lo que le ocurrió al Athletic en Vigo no es muy diferente a lo que viene pasando fuera de casa en este inicio liguero, si bien en las anteriores rascó empates que no fueron inmerecidos en Getafe CF, RCD Mallorca y CD Leganés.
Y va en la línea del final de la temporada anterior, en la que perdió de manera inapelable cuatro de sus cinco últimos encuentros a domicilio y el que ganó lo hizo con un gol en propia puerta de un rival (En-Nesyri/Leganés) solo en el único remate sobre su portería.
La fortaleza del Athletic de Garitano está en San Mamés, donde el la penúltima jornada ante el Valencia perdió el invicto liguero que mantenía con el técnico de Derio en 15 partidos. Once victorias y cuatro empates.
El libreto de Garitano está muy claro
Con el técnico vizcaíno su equipo está hecho, sobre todo, para presionar y defender. Robar lo más arriba posible y, a partir de ahí, generar ocasiones. Que en los últimos partidos son pocas y, al contrario que en el inicio de la temporada, desaprovechadas.
Marca esa idea el hecho de jugar en la media punta con Raúl García. Un jugador agresivo, competitivo, inteligente y rematador. Pero no tiene en la creatividad, la velocidad y la habilidad, cualidades casi básicas para el acompañante del delantero centro, sus principales virtudes.
Esa elección deja un tanto fuera de sitio a Iker Muniain, que tiene que jugar en banda. Donde ha hecho su carrera, pero cada vez se le ve menos cómodo y con problemas para aguantar la exigencia física que a un interior/extremo le pide Garitano. Para quien las ayudas y los retornos son de obligado cumplimiento.
Que no esté a su lado Muniain, además, minimiza a Iñaki Williams, al que el pequeño delantero es casi el único capaz de surtirle en las carreras al espacio que son su principal virtud.
A vueltas con el centro del campo...
Por detrás, en el doble pivote el de Derio no acaba de encontrar el acompañante ideal para Dani García, también clave en el entramado defensivo. Beñat Etxebarria no está bien y la opción de Unai López, la más utilizada en lo que va de curso, tampoco parece acabar de convencerle.
Así, en Balaídos apostó por Mikel Vesga, un jugador de despliegue pero tampoco demasiado creativo. Una trío por dentro con Dani, Vesga y Raúl está claramente más enfocado a robar que a construir. Lo que quedó meridianamente claro a la hora de intentar superar al Celta de Vigo. Que estuvo hasta cómodo sin balón.
"En la segunda parte nos ha costado más porque perdíamos muy fácil el balón y así es muy difícil llegar arriba. En el último cuarto de hora no hemos sabido generar ocasiones", asumió el técnico, dolido también por sufrir dos derrotas seguidas por primera vez desde que se hiciese cargo del banquillo bilbaíno.
Un par de partidos perdidos por la mínima (0-1, 1-0) que cuestionan al menos durante el parón una fórmula, por contra, hasta ahora exitosa.
Con ella, Garitano sacó el año pasado al Athletic del pozo del descenso y lo tuvo, después de solo dos tercios del campeonato, peleando por Europa hasta el último minuto. Y lo aupó en el arranque de este curso, en la quinta jornada, al liderato. A pesar de ello, mejorar el juego, sobre todo a domicilio, es su asignatura pendiente.
NO JUEGAN A NADA Y SON MAS BLANDOS QUE LA MANTEQUILLA ............. HAY QUE TENER JUGADORES CON CARACTER Y QUE MIREN PERMANENTEMENTE A LA PUERTA CONTRARIA ......... VALE DE TANTO "GANSO",,,,, SUELTO, Y EL ENTRENADOR O ESPABILA EL PROXIMO PARTIDO Y SI NO PUES A SU CASA ...... PORQUE DA PENA VERLO, SIEMPRE CON LAS MANOS EN LOS BOLSILLOS........ NO ESTIMULA NADA DE NADA ......