Aritz Aduriz: las cosas del '20' del Athletic
Aritz Aduriz, anunciando su retirada por unos problemas de cadera que no ya puede superar, entra en la historia del Athletic Club como uno de sus grandes arietes, un '9' que jugaba con el '20' impenitente, inagotable y eterno goleador que quedará para siempre en la memoria de los aficionados rojiblancos.
Lo hará como si fuera un jugador de otra época, uno de esos legendarios futbolistas de principios del siglo pasado a los que no ha visto jugar y de los que se habla y no para de las hazañas realizadas.
Que si un día, en Europa marcó cinco goles, cinco, a un equipo belga; que si otro le hizo cuatro -tres en la ida- al mejor equipo del mundo -el FC Barcelona de Leo Messi- para darle al Athletic su único título en 40 años; que si una vez, también en Europa, enganchó una volea desde el vestuario para marcar un gol de bandera...
Que si metió un penalti sin dar ni una paso antes de golpear el balón, y que si esa suerte quedó bautizada como 'a lo Aduriz'; que si otra vez bailó con un defensa del Valencia CF como si fuese un compás para hace otro gol inolvidable, que si dejó a toda la defensa del Real Madrid con un palmo de narices con un impresionantes cabezazo que los Pepe, Ramos y compañía ni se atrevieron a adivinar.
Que si ya con 38 años y la cadera haciéndole la vida imposible enganchó una medio chilena increíble para derrotar de nuevo al Barcelona en otra tarde de gloria en La Catedral. Escenario de muchos de sus momentos mágicos, aunque no de todos.
Historias que serían difíciles de creer si no hubiesen sido presenciadas con todo lujo de detalles en una época en la que a la televisión no se escapa ni el aleteo de una mosca.
Pero leyendas reales que aumentan aún en valor al haberlas conseguido ya largamente superada la treintena, que es cuando Aduriz ha dejado lo mejor de su carrera.
Cuando aprendió a tener "la pausa" necesaria para decidir en el área, su hábitat natural. Ese 'timing' que intenta inculcar a Iñaki Williams y que tanto le agradece su veloz sucesor.
Historias que ayudan a enmarcar la grandeza de un goleador que ha marcado de todas las maneras posibles. Aunque, claro está, sobre todo de cabeza gracias a un salto impresionante, dicen que adquirido en su época de esquiador.
Su capacidad para elevarse era majestuosa y la de quedarse arriba mientras los demás regresan abajo más propia de un jugador de baloncesto que de un futbolista.
Pero con el tiempo, y esa "pausa" a la que tanto alude, Aduriz llegó a ser primoroso también con el pie, con el que ha mostrado una catálogo de 'picadas' ante el portero rival que pocos tienen. Una también inolvidable se la hizo a Gero Rulli, el meta de la Real Sociedad, el equipo de su ciudad.
Todos se despiden de la Leyenda: Aritz Aduriz
Y también el rival en la final de la Copa del Rey aplazada a la próxima temporada para que pueda jugarse con público en las gradas. Una final en la que sus compañeros no han dejado de repetir que le quieren aunque fuese para 'levantar la Copa'.
Quizás en esa insistencia haya cierta amargura de sus compañeros por no haber podido premiar a Aduriz con un título europeo. Pocos jugadores habrán hecho más que él para ganar una Europa League, su torneo fetiche, el que más le ha engrandecido. Pero no pudo. Entre otras cosas porque se perdió citas claves para lograrlo. De haber estado Aduriz sobre el césped...
Sí estuvo en la histórica Supercopa 2015. Primero para encarrilar la eliminatoria con un 'triplete' que acompañó a otro golazo, en aquella ocasión de Mikel San José, y en la vuelta para frenar los ánimos de remontada de un Barça ya desmelenado.
Desde entonces, por cierto, los leones no van por Bilbao en manada sino en cuadrilla. Porque así definió Aduriz al vestuario rojiblanco, "una cuadrilla" que si en San Mamés no estuviese en el césped estaría en la grada animando como los que les animan a ellos.
Otro detalle más del inmenso legado que ha dejado en el Athletic un goleador impenitente, inagotable y eterno que tiene ya un lugar de leyenda en la historia del no menos eterno club vasco.