Mi primera vez en San Mamés: Con ojos sólo para Ruiz Igartua
He de confesar que la primera vez que fui a San Mamés no fue para animar al Athletic Club. Tampoco por el rival de los rojiblancos, el Burgos CF. Fui a ver a un jugador concreto: Juanjo Ruiz Igartua, “Juanji” para sus allegados. Un central de los de antes. Evidentemente no era una de las estrellas de LaLiga Santander ni tan siquiera el jugador más destacado de su equipo, donde sobresalía Juanito. Sin embargo su cromo era el que con más ahínco buscaba yo cada temporada.
El motivo de mi adoración hacia Ruiz Igartua era simple; era de mi pueblo, Plentzia, y su padre y el mío eran muy amigos. Crecí escuchando las andanzas de ese chaval que, partiendo del Arenas de Getxo, llegó a jugar más de una década en la élite. Además de la del cuadro castellano, también defendió la camiseta del Real Zaragoza. Curiosamente en el club maño coincidió con otros dos jugadores muy vinculados a Plentzia, Izkoa e Iruskieta.
Pero volvamos a mi primera vez en San Mamés...
Hablamos de 1977. Yo estaba a punto de cumplir seis años y una de las cosas que recuerdo del partido es que mi única preocupación era que “Juanjito” se acercara a nuestra zona para poder fotografiarle. Como el Burgos defendía la portería más alejada de nuestras localidades, la primera parte se me debió hacer muy larga.
Lo digo porque mi aita intentaba entretenerme diciéndome que sacara alguna foto a Iribar, “el mejor de todos”. Por fin en la segunda mitad conseguí mi objetivo. O en eso confiaba. En aquella época no sabías bien lo que había en el carrete hasta que lo revelabas. Cuando días después mi padre trajo las fotos respiré tranquilo; había una en la que se distinguía a Ruiz Igartua.
También recuerdo la espera, junto a su familia, a que saliera del vestuario. Con los nervios, el tiempo se me hizo eterno. Cuando se acercó al corrillo que formábamos me pareció un gigante -mirando su ficha he comprobado que “solo” medía 1,80m, aunque realmente era uno de esos futbolistas que se calificaban de “fornidos”. Del viaje de vuelta ya no recuerdo nada. Por cierto, las crónicas dicen que el Athletic ganó 3-0 con goles de Churruca, Dani y Carlos.
Las siguientes ocasiones en que fui a San Mamés coincidieron con las otras tres visitas que el Burgos realizó a Bilbao, antes de su descenso de categoría. De la segunda vez solo recuerdo el librillo con los datos previos del partido y, especialmente, el nombre del entrenador del Burgos, Lucien Muller. No sé por qué pero me llamó muchísimo la atención.
Y de mi cuarta experiencia como espectador en San Mamés, en 1980, me acuerdo del cabezazo que se dieron en un córner Ruiz Igartua y Bengoetxea. Lo cierto es que me apuré bastante al ver lo mucho que sangraba “Juanjito” y el aparatoso vendaje con el que ambos jugadores completaron la primera mitad.
El golpe fue tan fuerte que ninguno de los dos pudo saltar al campo tras el descanso. Mi particular “marcaje” a Ruiz Igartua tuvo su último episodio en el viejo Lasesarre, cuando un Burgos ya en Segunda visitó al Barakaldo de Carmelo Cedrún, Meléndez, Liceranzu y compañía. Pero esa es ya otra historia.
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