Gaizka Larrazabal, ante el dilema de enfocar su carrera

Miércoles 30 de septiembre, el nuevo mercado 'veraniego' entra ya en su txanpa final. Gaizka Garitano volvió a dejar este fin de semana en casa a Gaizka Larrazabal, que cumplirá 23 años el 17 de diciembre. El joven futbolista del Athletic Club se quedó fuera de la convocatoria para Ipurua mientras espera, al igual que Iago Herrerín, que se solvente su salida de la entidad rojiblanca.

El cuerpo técnico quiere que el hijo de Aitor Larrazabal rescinda su contrato, como ya hicieron Gorka Guruzeta o Andoni López, para que recale en otro conjunto con el que mantendría una opción de recompra seguramente durante un par de años.

Al extremo diestro vizcaíno le quieren varios conjuntos tanto de LaLiga Santander como de LaLiga SmartBank. Él, por supuesto prefiere estar en la máxima categoría, donde le tiran los tejos tanto el recién ascendido Cádiz CF como el más cercano a casa Deportivo Alavés. Con los días gana enteros sin embargo el Rayo Vallecano de Andoni Iraola, y, especialmente, el Real Zaragoza.

Después de apostar el pasado curso por quedarse en Lezama y prácticamente no contar para el entrenador Larra debería de dar un acelerón a su carrera. Con su proyección no tiene sentido seguir con tanta ración de banquillo por mucho que uno confíe mucho en sí mismo.

Pero aparte de que cuenta poco el mensaje del vivo interés de Garitano por traer a Álex Berenguer del Torino no puede ser más demoledor para alguien que percute por la banda. El míster busca otra cosa.

El posible cambio de posición para Gaizka Larrazabal

Durante su comparecencia telemática ante la prensa en Lezama la semana pasada Ander Capa dijo textualmente que "agradezco a Mendilibar que me reconvirtiera en lateral". El 'Mustang' de Repelega vio despegar su carrera con el ojo clínico del técnico de Zaldibar.

Una situación que se ha dado a menudo en el mundo del fútbol, y no digamos en el Athletic. Como demuestran los casos de Iñaki Sáez, de Josemari Lasa, de Eskalza, de Andoni Iraola, de Javi González, de Felipe Guréndez, de Unai Expósito o hasta del mítico Santi Urkiaga. Luego internacional y bicampeón de liga con Javier Clemente.

Los más veteranos recuerdan también el caso de Félix Zubiaga, un "buenísimo delantero centro". Jugador figura en ataque al que en el verano de 1972, el nuevo entrenador, Miroslav Pavić, le situó como lateral izquierdo.

En el caso de Gaizka Larrazabal entendemos que faltan flecos para definir su salida y su destino, pero tal vez podría sopesar que con sus buenas condiciones técnicas y físicas su futuro puede estar en un cambio de demarcación.

A otros no les ha ido mal y les ha garantizado una larga vida en la alta competición, expresión utilizada a menudo por un experto en futbolistas de cantera como Joaquín Caparrós. Todo lo que sea jugar y tener minutos da a la larga la opción de abrir brecha.