Gaizka Garitano: Entre el corazón y la cabeza

Estamos viviendo momentos convulsos en el Athletic Club, no digo que no sean exagerados, pero entre que no se puede ir al campo, una cosa y otra, la referencia de lo que piensan los aficionados la encontramos en las redes y en las respuesta en los diferentes whatsapps de la radio o los chats de los medios escritos y digitales. El caso es que si te guías por ahí, el calentón del personal es considerable.

El fútbol son resultados, esa es la única verdad. Ya puedes jugar muy bien que si no ganas estás sentenciado. Si además como es el caso no lo haces, entonces la sentencia es doble. La lectura es cortoplacista y de nada vale lo que se hizo y sí el último partido. Precisamente no el último choque pero si los finales de la temporada pasada también están pesando -y mucho- en el análisis sobre lo que está aconteciendo.

Es triste y quizá injusto pero es lo que hay. Una serie de derrotas de forma similar y la escasa novedad en planteamiento y elección de futbolistas complica el futuro del entrenador que nos sacó de un “buen marrón” tras el desastre Berizzo. Lo cierto es que Gaizka Garitano tiene la soga al cuello y lo sabe, es un profesional de esto.

¿Qué me dicta el corazón sobre Garitano?

El corazón me dice que no se puede tomar una decisión contra el míster con 9 partidos jugados y estando en una situación en la tabla no especialmente grave, eso me dice el corazón. Amén de ser persona y conocer a Gaizka y saber que se “mata” diariamente por encontrar la solución al problema. Arrancó por cierto en verano con una pretemporada marcada por los positivos por COVID-19.

Garitano no merece estar pasando por esto pero en este deporte los ciclos de los entrenadores existen y la caseta que te compraba el discurso llega un momento en el que no lo hace. No digo que esa sea la causa pero lo que sí tengo claro es que el único culpable no es él.

La cabeza sin embargo opina lo contrario...

El Athletic es algo que nos debe provocar alegría, ilusión, motivación y no como últimamente, mala leche, mosqueo y lo que es peor, indiferencia. Me está empezando a pasar mucho encontrarme con gente en la calle y decirme que no lo ven o no les interesa, que se han desenganchado. Esto es muy grave...

El lunes el equipo rojiblanco juega frente al Real Betis y todo lo que  no sea ganar debe significar cambios. El “Déjà vu” en el que esta inmerso este Club en cuanto a resultados hace que el ambiente se haga irrespirable. Tristemente muchos ya sentenciaron a Garitano hace tiempo y salvo que enganche una racha de partidos con victoria, ojalá, cada quince días podemos tener este mismo debate.

Sea como fuere espero y deseo que el lunes a las 11 de la noche celebremos todos una victoria y no hablemos aunque sea por unos día de estas cosas que sinceramente me apenan y mucho. Si gana el Athetic, ganamos todos, si pierde también, no solo el entrenador.