Garitano, Marcelino y el casting de entrenadores para el Athletic

“Aquí no dimite ni el tato”. Es una frase popular que define a los políticos sean del signo que sean. Vayan las cosas bien o vayan mal no dimite nadie una excepción reciente pueda ser el tocayo de nuestro ya exentrenador, Ignacio Garitano, como responsable del control de la pandemia en Euskadi. No sé si sus motivos con exactitud pero quiero pensar que lo hace debido a los resultados negativos de dicho control.

Lo que está claro es que nuestro Gaizka Garitano no ha tomado la misma decisión. Siempre me ha llamado la atención el hecho de que los políticos pero también en muchos casos entrenadores no quieran dimitir. Cuando los resultados son buenos nadie dimite, como es lógico, salvo que hayan surgido otro tipo de problemas diferentes al de los meros resultados. Y cuando los resultados son malos tampoco, porque “no soy de esos que abandonan cuando las cosas van mal”,... Muy bien, ¿entonces cuando se presenta aquí la dimisión?: Nunca.

Pase lo que pase esta temporada estaba claro que Gaizka Garitano iba a dejar de ser el entrenador de la primera plantilla del Athletic Club, pero mi pregunta es: ¿por qué no ha dimitido él antes?

Me comentan que muchos directivos deseaban un cambio y desde luego en la afición eso era algo unánime. Si tanto ama los colores ¿a qué esperaba Gaizka para marcharse? ¿Se puede exigir el amor a los colores a los jugadores y a un entrenador de la casa como él no? ¿Es que él no se daba cuenta de que el equipo no carburaba y de que la afición no le quería ya? Hay muchas razones para que no gustase. Desde luego los resultados, el sistema de juego, lo plano de sus planteamientos, sus ruedas de prensa, convocar a los jóvenes con la primera plantilla para no jugar ni un minuto.

El caso de Garitano con Oier Zarraga ha sido sangrante...

Le convocó dos partidos seguidos para no jugar (por tanto dejó de jugar con el Bilbao Athletic) y al tercer fin de semana, en el que el filial no tiene partido, va y no le convoca. Resultado: tres fines de semana sin un minuto de juego para un chaval en plena formación para un futuro en LaLiga Santander.

Cuando convocas a un chaval debe jugar de titular y si no funciona le cambias, desde luego convocarle para no jugar es absurdo. También el ir a ponerle cuando el resultado es malo para que arregle el partido no parece lo más adecuado.
Por no hablar de infinitos comentarios faltos de motivación, lógica y sentido común como decir que no tenemos nueve de repuesto con Kodro, Raúl García y Williams…., o que ha tenido que echar mano de los jóvenes y por eso no se ha ganado, etc...

El comentario desde hace mucho tiempo no debía ser si Gaizka debe seguir o no, sino cuándo debió dejar el banquillo y a quien traer.

Ahora toca Marcelino

Al final se ha cumplido lo que en círculos cercanos al Athletic sonaba desde hace semanas o incluso meses, el interés por Marcelino García Toral como sustituto de Gaizka Garitano. Le deseo suerte al de Villaviciosa, la suya será la de todos nosotros. Pero voy a abrir el debate con un comentario sabiendo que no será del agrado de la mayoría.

Aunque ya se ha tomado la decisión y se le espera hoy para entrenar en Lezama a mi me gustó mucho el planteamiento de la Real Sociedad B contra el Bilbao Athletic en Anoeta a pesar de perder, sobre todo en el segundo tiempo, en el duelo de entrenadores que mantuvieron Joseba Etxeberria y Xabi Alonso.

También me parecía interesante Eduardo Coudet, ahora con contrato en vigor en el Celta de Vigo, quien parece que es un entrenador de futuro con buenos números y que no solo dispone de un único sistema de juego. El que viniese tendrá que recuperar el mejor fútbol de varios jugadores de una plantilla que se ve cansada y baja de moral. Esperemos que esa sea una de las virtudes de Marcelino y su cuerpo técnico.