Alirón 2.0, la versión actualizada de los once aldeanos

Si en algún momento pudo ser un torneo menor, la pequeña Supercopa se ha hecho muy grande, quizá por exhibiciones de fe y amor al futbol como la que ha realizado el Athletic Club en cuatro días. No en vano con el nuevo formato hay que llegar a la final de copa, aunque sea a trancas y barrancas como lo hizo el Athletic, con tandas de penaltis y goles in extremis como el de Yuri al Granada CF, o dejando en el camino precisamente a los culés en San Mamés, dos veces les hemos tenido que ganar para tenerte en la sala de armas de la Catedral; para enfrentarse después al campeón y al subcampeón de LaLiga.

Es sumamente complicado por lo que su valor es altísimo y lo sitúo a la altura de la Copa del 84. Los cuatro equipos han jugado a gran nivel, incluso la Real Sociedad pudo apear al Barça, pero los leones han ganado contra todo pronostico, a Real Madrid y FC Barcelona en dos espléndidos partidos que con un público entregado habrían emulado hazañas memorables como la del Sevilla FC en San Mamés, la final de Valencia o la misma final de copa que ganamos al Barça de Maradona y Menotti.

Algo hace que el Athletic desquicie a los astros argentinos...

Si el pibe fue sancionado por marrano, Leo Messi perdió la cordura, primero con Dani García y posteriormente con Villalibre, que fue un héroe, nos dio su vida y nos regaló un solo de trompeta para celebrar el título con la versión actualizada de los once aldeanos.

Según nos cuenta la Biblia, el pueblo israelita caminó alrededor de Jericó durante seis días y a la mañana siguiente, se oyó el portentoso sonido de las trompetas y entonces cayeron sobre sí mismos y para siempre los muros de la ciudad. Poco mas tiempo ha necesitado Marcelino para inocular una confianza que ha cambiado el semblante de los jugadores y seguidores rojiblancos.

Pero es que hubo mucho mas, esto no fue solo empatar en el ultimo minuto. Nos anularon un gol por el grosor del escudo de la camiseta, no quisieron ver un penalti de libro, Unai Núñez tuvo dos ocasiones increíbles, Morci se plantó solo y no chutó porque es de solidarios sin fronteras, Williams marcó un gol que se conservará en formol en el museo del club, y el equipo corrió hasta que se le cayeron las muelas porque no están las UCIS como para tandas de penaltis.

Hoy he soñado con Triana, ese precioso barrio de la singular ciudad que es Sevilla y en cómo lo habríamos pasado cantando, abrazándonos y recordando momentos que en esta copa de los balcones hemos tenido que celebrar como Alicia ante un espejo.

He pensado en Pozas, en toda Bizkaia y en su comportamiento ante este logro histórico que será venerado en la vitrinas del Club como lo que es, un trofeo que nos ha devuelto la alegría y aumentado la pasión de los mas jóvenes.

Una copa para recordar.

Por Patxi Herranz, periodista de Radio Popular y El Correo.