El Athletic se deja los deberes para el Ciutat de Valencia

Se la lió de inicio Paco López a su maestro Marcelino pero luego, afortunadamente, se medio arregló. Como una señal del destino el Athletic Club buscaba este jueves encarrilar la clasificación para su 40ª final de la Copa del rey el mismo día que Aritz Aduriz ha cumplido 40 años. Mas no, no ha podido celebrarse a gusto el cambio de década del ‘Zorro’ ya que el Levante UD se va satisfecho de San Mamés del choque de ida de las semifinales en el que escasamente se ha empatado (1-1) con los valencianos. Lo positivo fue el espíritu de enmienda y el golazo de Iñigo Martínez que puede ser crucial para la resolución del embrollo.

Ni se ha ganado ni se ha dejado la puerta a cero, pero no se ofusquen por el resultado. Los leones han pasado sus siete últimas eliminatorias coperas sufriendo como perros, pero siempre han pasado… ¿O es que acaso recuerdan alguna eliminatoria superada con comodidad? Tenerife, Elche CF, Barça, Granada, Ibiza, Alcoyano, Real Betis,… Además, si es que le suele ir mejor fuera que en casa. A eso hay que aferrarse.

Es cierto que la primera mitad vasca fue pobrísima, como un regreso al pasado montados en el Delorean... Sin ritmo, sin chispa, sin romper las líneas granotas -ni por dentro ni por fuera- rematado con que se concedió un gol ‘cantoso’. Ya en la segunda parte se mejoraba con 3 cambios de golpe, pero ahí el meta Cárdenas se vistió de Superman para evitar la, merecida, voltereta total.

La vuelta, fijada para el jueves 4 de marzo (a las 21.00 horas en Cuatro), dictará sentencia para validar o no el segundo billete rumbo a La Cartuja. Los vizcaínos buscan hacer historia en el Ciutat de Valencia ganándose jugar tres finales en la misma temporada. Dos en apenas 15 días. ¿Tal vez eso pesó mentalmente aparte del cansancio? Quizá, pero ya pasó. A por ello.

El once de gala alumbró un Athletic pobre y muy ansioso

Con todo lo que había un juego y cuatro días de descanso el técnico asturiano tiró de su once de gala. No faltaron Simón ni Muniain, así que repitió por primera vez equipo desde su llegada a Bilbao en un partido que nació sin dueño y con algún despiste, porque el Athletic recibió pronto un remate peligrosísimo aunque hubiese fuera de juego. Fue el 'chivato' de que los visitantes arrancaron más sólidos y más cariñosos con la pelota. Estaban cómodos haciendo lo que saben y dejando a Yeray y Dani García iniciar los avances rojiblancos con todo lo que ello implica.

La pronta amarilla de Iñigo Martínez tampoco fue un buen síntoma de un equipo ansioso, que ni hilaba ni llegaba tampoco con un juego más directo. Las bandas cerradas, por dentro torpón. La primera media hora fue de una pobreza supina rematada con el 0-1 de Melero que estaba totalmente solo en el punto de penalti. Le dio tiempo hasta a rematar dos veces mientras Unai Vencedor miraba sin inmutarse. Un día más tocaba remar a contracorriente. Tan solo en la recta final del primer periodo se achuchó a Cárdenas, sobre todo con balones colgados, porque el centro del campo vivió un verdadero naufragio. ¿Un consuelo? Les doy dos. Que en realidad Unai Simón no tuvo que parar ni una y que había mucho tiempo por delante.

Reconstrucción: bronca y triple cambio de Marcelino al descanso

Aquello no podía continuar así. El técnico asturiano quiso cambiar todo y de la misma hizo tres permutas al volver del vestuario con la salida de Vesga, Unai López y Berenguer. Mano de santo. Pronto Rulo tuvo una buena ocasión en una falta que Cárdenas enviaba a córner y además el meta le sacó otra a Willy y le hizo un paradón a Berenguer. Como el viejo desengrasante: 3 en 1.

El premio a esa transformación fue el golazo de Iñigo Martínez al cabecear un córner de Muniain, un tanto al estilo Goiko de toda la vida en San Mamés. Entrando como un misil a rematar una nueva asistencia de Iker. Tablas en busca de completar la remontada. El Athletic la buscaba y eso que Gil Manzano le hacía la vida a cuadros a Raúl García. Desde Valdebebas se ve que no hay buen rollo entre ellos... pero no era día para perderse en guerrillas, que el Levante despertaba ya.

Había 20 minutos para intentar irse a Valencia con un triunfo que les obligase a ellos a marcar para pasar. Pero los visitantes fueron cucos, lograron frenar el ritmo y ya se jugó muy poquito porque incluso hicieron cambios defensivos para amarrar el empate. Esa igualada con gol les viene de lujo, sí, pero ojito que el Athletic suele ser mortífero fuera de Bilbao en este torneo. Hay muchos y cercanos precedentes. ¿Recuerdan Cornellá?

Fin de semana sin Athletic

Toca aparcar la copa durante unas semanas y centrarse en LaLiga Santander. Hacen falta puntos y los siguientes se dirimen este lunes en el Carranza ante un Cádiz CF que dio un serio disgusto en San Mamés en la primera vuelta, donde fue capaz de ganar con nueve futbolistas. ¿Recuerdan aquello? Es hora de la revancha.