Bizi Ametsa: ¿Suplirá el efecto Marcelino al efecto Clemente?

Es lo que yo me pregunto estos días previos a lo de Sevilla... ¿Suplirá el efecto Marcelino al efecto Clemente cuarenta años después? Al igual que cuando se hizo cargo del Athletic Club, Marcelino contará con un tiempo extra para apuntalar ciertas zonas del campo antes de jugar la cuarta final vasca de la historia y segunda entre Athletic Club y Real Sociedad, ya que hubo otra en 1909, cuando era denominada Vasconia por temas federativos.

No cabe duda de que Javier Clemente ha tenido partidarios y detractores debido a su carácter, pero lo que todos tenemos que reconocer es que ha sido un motivador extraordinario y que nos hizo vivir un sueño increíble en los años ochenta del siglo pasado.

Al menos las tres mejores temporadas que he vivido, en mis más de sesenta años siguiendo al Athletic. La sensación que transmite Marcelino es bastante similar, motiva y hace creer a los jugadores que son superiores a sus contrincantes.

Cualquiera que haya practicado este deporte sabe que si salta al campo considerándose inferior al contrario va a perder el partido.

Sin lloros respecto al Athletic...

Después de muchos años escuchando que los males de la Real estaban causados por las escabechinas que el Athletic hacía fichando jugadores giputxis (no se quejan de los que se llevaron el FC Barcelona y Real Madrid después de la temporada 1987/88: Bakero, Begiristain y López Rekarte al Barça y JB Toshack al Madrid) me siento más escéptico.

Eso creó un punto de inflexión en la Real, la contratación de jugadores extranjeros después de veinticinco años con jugadores de la cantera. Pues bien, después de muchos altibajos en los dos equipos y con una buena campaña de los donostiarras que, por primera vez en su historia, gozan de mayor presupuesto que el Athletic y encima cuentan con el acceso a jugadores de todo el mundo que les salen muy económicos, además de encarecer las pretensiones athleticzales, ahora no tienen excusas para llorar.

Lo ha dicho Marcelino, LaLiga Santander es una obligación pero la copa es una ilusión. SOÑAR...