Un maracanazo para los estatutos del Athletic

No está nada fácil aprobar las pretendidas reformas de los estatutos del Athletic Club. que datan del siglo pasado. Pero nada fácil. Seguramente va a hacer falta un 'maracanazo' como el que pegó Uruguay en la final del Mundial de Brasil ante la Canarinha. Lo triste es que esta vez todos tienen el mismo escudo en la camiseta y en el corazón, que no en el asiento, que diría el Socio Número 1, Juan Antonio Virumbrales. Hagamos historia.

Los dos últimos intentos se fueron por el desagüe. El primero, el de Fernando García Macua, que contaba con bastante oposición frontal, a 'lo' Aitor Elizegi, fue pasado directamente a cuchillo. Y posteriormente, algo mucho más sorprendente fue que no se los aprobaron tampoco en asamblea a Josu Urrutia.

El exfutbolista de Deusto, con una platea entregada, solía ganar casi todas sus votaciones con porcentajes cercanos al 70-80% de 'síes', y sin embargo esa de los estatutos fue su única derrota en siete años en el sillón de Ibaigane. ¿Significativo, no?

El triángulo de las Bermudas con los estatutos...

Es evidente que a alguien no le o les apetece que cambien ciertas cosas, centrándose los debates en el 'un socio un voto', que sí están en el fondo de esta nueva propuesta (si lo piden el 10% de los socios) o si se puede cesar a compromisarios si no acuden X veces sin justificación.

Los avalistas del compromisario ya no necesitarían delegar su voto en ciertas cuestiones, podrían votar ellos mismos sin que nadie les represente...

Habrá que ver si este lunes en el Palacio Euskalduna de Bilbao nos llevamos una sorpresa. Desde luego fácil no parece. El hecho de tener que sacar 2/3 favorables, es decir, el 66,66 % de los sufragios emitidos, es un verdadero coloso a derribar.

Aquí las cosas están claras, son los socios compromisarios quienes deben decidir si están por la labor, que parece que todo el mundo aplaude de modernizar y poner al club "en las vías del siglo XXI", o si por contra hay aspectos que les parecen tan graves como para echar todo el trabajo de la comisión redactora, (tan brutal como el de las anteriores, seamos justos en eso), por tierra.

Una de las integrantes de la comisión de cinco personas, la expresidenta Ana Urquijo, dijo que si no se aprobaban se podía dar una crisis institucional en el Club. Probablemente no sea para tanto, pero si va a dejar claro que la fractura social, disparada ya en los últimos años, supura demasiado.

Si no se aprueban a la tercera se ve que va a ser imposible ponerse de acuerdo en absolutamente nada. Y eso es lo que menos ayuda a la estabilidad de una institución, por mucho que algunos lancen frases floridas y aleluyas.