Derrota injusta del Xerez en un partido accidentado
El Xerez encajó la primera derrota en un partido en el que mereció más, marcado por un penalti no pitado sobre Beni y por el oficio de los visitantes.
En el primer cuarto de hora no se contabilizó ninguna ocasión. El Xerez llevaba el peso del juego, pero se encontraba con un rival rocoso y con mucha experiencia que no dejaba huecos en ningún momento.
Estuvo cerca de hacer el primero Álvaro, que intentó rematar un gran centro de Quirós desde la banda derecha pero se le adelantó un defensa de la Olímpica.
Con el paso de los minutos el partido se fue cerrando. Los onubenses sabían frenar la salida del balón de los azulinos, que caían en la trampa de apostar por el juego en largo en demasiadas ocasiones.
En el minuto 34 se produjo la expulsión del visitante Iván, que vio dos amarillas de manera consecutiva. Esto provocó que los visitantes se replegaran y que los últimos diez minutos fueran muy anodinos.
Tras la reanudación Mendoza realizó dos cambios muy ofensivos. Beato y Beni entraron por Pedro y Albertito con la idea de ir a tumba abierta a por el partido. En el minuto 50 un disparo lejano de Álvaro se marchó alto por muy poco.
Sin embargo, fue la Olímpica quien tuvo la ocasión más clara hasta ese momento. Un mal despeje de cabeza de Caro permitió que José Ángel se encontrara solo delante de Fabio, pero el portero xerecista estuvo brillante evitando el 0-1.
A renglón seguido fue Daza quien provocó que se luciera Nacho y, a la salida del córner, se produjo una doble oportunidad para los locales. Paquito remató de cabeza y el balón acabó dando en el palo. Álex, en el rechace, no fue capaz de marcar.
Era el Xerez quien proponía el juego y el que arriesgaba más, pero la Olímpica era peligrosa cuando cruzaba el centro del campo, incluso con un jugador menos.
Todo pudo cambiar cuando Beni sufrió un claro penalti en el minuto 77, pero que no quiso ver el colegiado. Eran momentos de acoso del Xerez. Parecía que tenía que llegar el gol en cualquier momento porque hubo ocasiones, como una clara de Marín, pero fue la Olímpica quien marcó en una contra en la que los xerecistas no contaron con fuerzas para bajar.