El líder del Xerez DFC celebra su cumpleaños de azul
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El líder xerecista Dani Pendín celebró este miércoles su 40 cumpleaños con mucha ilusión por entrenar, continuar jugando y ayudando al Xerez DFC, a pesar de su edad. El mediocentro se mantiene en activo y tiene claro que quiere seguir colaborando, mientras pueda físicamente, con el conjunto que entrena Carlos Orúe.
Dani Pendín celebra sus 40 años y todavía lo hace con las botas puestas. Hoy en día se ha convertido en el líder del xerecismo y el futbolista tiene la misma ilusión que aquel joven argentino que dejó su tierra para ganarse la vida con el fútbol. Ahora, muchos años después, han sido sus padres los que han dejado su Argentina natal para venir a felicitar a su hijo a Jerez y pasar unos días con la familia. A pesar de la edad, el capitán azulino sigue con fuerza y tiene cuerda para rato: "Me encuentro bien físicamente y manteniendo la ilusión. Además, no tengo problema de coger peso, así que estoy muy tranquilo. Supongo que a medida que pasen los años las mismas categorías me irán quitando". Pendín no se cansa de entrenar, de jugar ni de marcar goles, pues el pasado domingo no dudó en apoderarse del balón cuando el colegiado señaló penalti en el amistoso de Torrecera. Fue uno de los dos goleadores del encuentro junto a Solano: "Estaba entrenando y jugando poco por el tema del juvenil, y la verdad es que disputar algunos minutos en Torrecera me vino muy bien para adquirir ritmo. Además, tuve la suerte de marcar un gol y terminé contento". Para el argentino además suponía una gran satisfacción jugar en el Sánchez Portella: "Quería agradecer a ese club el trato que nos ha dado porque su presidente nos ofreció su campo para que el juvenil pudiera entrenar alguna vez allí y les estoy muy agradecido". Dani También ha aprovechado para aclarar la marcha de Manu Girón del Juvenil A: "En la pretemporada se pensó que iba a estar en el primer equipo, pero bajo petición propia reclamó no ejercitarse con el primer equipo para poder centrarse más en sus estudios y sus asuntos personales. Hay que tener en cuenta que en el primer equipo se entrena casi todos los días y la exigencia es muy grande. Además, supongo que pensó que en el juvenil tendría más flexibilidad con los horarios por aquello de que se entrena menos días. Por eso, decidió estar con nosotros. Luego sufrió una pequeña roturita muscular que le tuvo unos 15 días sin jugar, y el equipo comenzó ganando. Yo mantuve el mismo equipo titular, pero él entraba algunas veces y alternaba la suplencia con la titularidad". Ante esa situación, Pendín fue el principal sorprendido: "De un día para otro Manu dijo que había perdido un poco la ilusión por jugar y que había perdido las ganas de jugar. Yo le respondí que había luchado mucho por él, y quería hacerlo otra vez. Por eso le comenté que le dejaríamos la ficha por si decidía regresar más adelante tras tomarse un pequeño descanso".