Carajotón HD
Quizá no haga falta el verano para darse cuenta de que el plasma es una factoría de carajotes en serie, pero en otras estaciones al menos hay carajotadas de estreno. En verano se repiten, con lo cual la sensación de estar haciendo el carajote ante el televisor toma una dimensión cíclica que hace replantear lo relativo del progreso y el coeficiente de inteligencia real del individuo contemporáneo que, en todo caso, anda muy debajo de la inteligencia artificial, hasta el punto de no quedar claro cuál es la que fabrica a la otra. No vale el argumento de las vacaciones. No se le puede interrumpir el camino hacia la estupidez a toda una generación cada vez que llega el verano, porque más vale hacer el carajote siguiendo unos principios de conducta y un sistema de valores impuesto y aceptado por la mayoría que tener que estar alternando entre la norma y la improvisación, máxime cuando la primera tiene como objetivo inmediato impedir la segunda. A ver si los rectores del sistema mantienen la coherencia.
Hay que tener en cuenta que durante la estación estival se produce una atrofia generalizada de los sentidos, las neuronas y los músculos. A la ausencia de la actividad laboral hay que unir el despropósito que supone activar la iniciativa personal para matar el tiempo, hasta un extremo tal que incluso abunda la gente que va a la playa a tocarse los huevos convencida de que está haciendo algo. Manda cojones. Un selfi es todo lo que hacen mientras la ola les pinga la toalla de agua. Cuando regresan con las neveras vacías, las sombrillas colgadas en sus hombros quemados y los pies arrastrando sobre las chanclas llenas de arena, se sienten más realizados y felices que cuando vuelven de la jornada laboral de un lunes de marzo. He ahí el inequívoco síntoma de que el libre albedrío sólo sirve para poner en evidencia una de las mayores vergüenzas humanas: el ocio. Para colmo, con los tiestos de la playa aún sin recoger, de pronto alguien enciende un televisor que ilumina el sueño de una noche de verano, llenando el salón de refrescante publicidad y renovando la ilusión de una familia que desfila por la ducha dejando un florido reguero de bañadores salados. El telediario sólo dice una verdad. Que hace calor. La otra la digo yo. El verano es un coñazo. Todo lo demás es punto de vista.
Pero a lo que iba. La otra noche haciendo zapping volví a reivindicar la misantropía como única vía posible para la coexistencia pacífica con mi espacio y con mi tiempo. Las series eternas reponen capítulos como si sus guionistas tuvieran derecho al descanso. Varias cadenas públicas aspiran al Premio Polla a la Peor Película del Año. No hay liga. Y en los mal llamados "programas-debates" las continuas interrupciones mutuas de los contertulios convierten el plató en un puesto de verduras (aunque este vicio es común a las cuatro estaciones). Sólo falta un concurso de ansiosos-depresivos que, con ayuda de un equipo de mentalistas y ex-yonkies, superan sus neurosis hasta que quedaran dos finalistas: uno que gana y otro que se suicida. Sería la hostia. Pero no estoy de broma. Me supera y rebosa la náusea en HD. Cuando vi que Clan —presunta cadena de programación infantil— estaba reponiendo por tercera vez el capítulo 2.155.473 de Águila Roja —exhibición de sadismo y crueldad para teatro de aficionados sin contenido— entendí que habíamos tocado fondo, tanto la institución electrodoméstica del plasma como yo, por tener en mi casa tres máquinas de hacer el carajote y de fabricar gansos implumes desde la infancia. Y con lo que queda de verano. Y otra ola de calor. Como para inspirarme, primo. O alguien para esto o este año me gana Martínez Ares.
JUAN CARLOS ARAGÓN
Muy bueno JC, como siempre... a mi, no me importa para que te han contratado, me alegro que hagas estas publicaciones, mezcla ingeniosa de sarcasmo e ironìa... Tampoco creo le temas a Mtnez. Ares ya que, en el concurso siempre has competido con punteros y sè que piensas que uno màs de los buenos enriquece aùn màs, si cabe, mi fiesta... Yo si soy gaditana y mal empezamos inventando rivalidades, esos son precisamente a los que hay que ignorar porque en su delirio intentan hacer ver, lo que no hay. El HD, un mojòn!!! ;)
Muy bien tu artículo, pero tengo una duda, realmente, para que te han "contratado" para escribir sobre lo primero que te venga a la torre de preferencia? si es asií ...aahh! vale vale. Y otra cosa, los chistes irónicos sobre Martinez Ares, solo dejan entrever el tremendo cague que le tienes a enfrentarte a él. Aquí en Cádiz cuando queremos decir algo no hay mejor modo de hacerlo que así en plan broma, como quien no quiere la cosa. Corto y cierro.