Carajote

Éste, ya lo advirtió Platón, era uno de los grandes problemas de la democracia: los tontos se igualan a los listos, con lo cual es necesario que los listos se hagan los tontos para corregir la desigualdad —porque si el tonto se hace el listo pasa lo de anoche—. Si yo fuera el juez de competición eliminaba al Madrid de la Copa del Pito, pero no por alineación indebida, sino por tonto. Pero ¿quién ha sido el gran tonto aquí, la institución, el de los Phoskitos, el ruso, el Buitre? No me interesa tanto la respuesta como la reflexión.

No me alegro del mal ajeno, sino del bien propio, y por dos motivos. Uno, porque como gaditano y, en contra de lo que deseaban algunos paisanos míos, no quería ver al Cádiz jugando en el Bernabéu, porque no iba a “jugar”, sino a encajar una paliza (si algún gaditano lo deseaba, vuelvo a darle la razón a Platón en la injusticia democrática de la igualdad para tontos y listos). Por otra parte, me parece una falta de consideración venir a Cádiz con los suplentes, dando la eliminatoria por ganada antes de jugarla porque, en teoría, el Madrid era tan superior que no necesitaba a los titulares. Si acaso podían haberlo hecho al contrario, o sea, haber puesto en Cádiz a los que hicieron el ridículo con el Barcelona, a ver si aquí marcaban unos cuantos y recuperaban la autoestima y, de camino, haber reservado a 'Cherisev' para la vuelta en el Nou Camp, y así haber evitado uno de los mayores cachondeos que le han liado al Madrid en su vida. Ya van dos ridículos monumentales en menos de 17 días. O tres, si contamos la colleja que Rajoy le dio al niño por decir polladas en la tele —que yo creo que también debe contar—. Estoy buscando desesperadamente al que inició lo de “Saca a De Gea, 'Benite', saca a De Gea”, porque quiero hacer un grupo nuevo de chirigota, y al individuo en cuestión lo necesito para la fila de alante. Qué arte más grande. Es peligroso hacer el ridículo en el Bernabéu, con las cámaras del Plus retransmitiendo para todo el mundo, pero más peligroso aún es hacerlo en Cádiz. Para reírnos, aquí no tenemos piedad con nosotros mismos. Imagínate con el resto.
No obstante, no me ha gustado como han querido formar parte del circo muchos. Ilustres twiteros que, rebosantes de audacia virtual, nos brindaron inmediatamente su ingenio para incluir el asunto del ruso en nuestros repertorios de carnaval, como ocurrió con el Pequeño Nicolás cuando se convirtió en la carajotada nacional del momento. El ingenio del gaditano no consiste en reírse de lo fácil sino de lo difícil, de lo que nadie se imagina, de lo que nadie se atreve. Común entre los tontos es reírse de lo mismo. Siempre he preferido un chiste del que sólo me ría yo a uno del que se rían todos porque, si tengo que ser tonto, prefiero ser un tonto original que un tonto en serie. Gracias, queridos colaboradores, pero prefiero seguir homenajeando a mi fálica musa de la extinta preferencia antes que ponerle música a vuestro salado oportunismo. Aviado iba.
Pero lo peor estaba por llegar. La portada de MARCA. Chirigota. Ea. Otro cabrón haciendo cosquillas en la cruz. El BOE de Florentino identifica hacer el ridículo con una chirigota, grave error conceptual que además confunde y crea tendencia. ¿Adredes? Sí ¿No? Entonces el que ha puesto la portada es más tonto que 'Cherisev'. Maticemos. Una chirigota no hace el ridículo: ridiculiza al que lo hace. El Real Madrid hizo el ridículo, no una chirigota. Seguir identificando a estas alturas chirigota con ridículo es un prejuicio imperdonable, que no sé si denota más ignorancia que clasismo o a la inversa. Si MARCA pretendía condensar con un adjetivo sustantivado lo que hizo en Cádiz su equipo, lo podía haber titulado Chufla, Mamarracho, Gilipollas o —sencillamente— Carajote, que es lo mismo que Gilipollas pero hecho en Cádiz. Además, una chirigota —buena, claro está— hace reír. El actual Madrid no hace reír. Hace que se rían de él, que es igual pero no es lo mismo. Y las chirigotas no tienen la culpa. De hecho, se lo han puesto tan fácil que cualquier chiste que se haga sobre el Madrid ya ha perdido todo su valor carnavalesco, salvo en el supuesto de que se encuentre una rima natural con 'Cherisev', porque con Florentino también está ya hecha.
JUAN CARLOS ARAGÓN