Un punto que sabe a poco a un gran Cádiz
El Cádiz CF sacó un empate ante el FC Barcelona en un partido donde mereció más. En el primer periodo el balón fue de los visitantes, pero después se fue imponiendo y puso contra las cuerdas a su oponente en el tramo final.
El Cádiz saltó al campo con la lección bien aprendida: mucha intensidad, líneas muy juntas y la consigna de buscar el robo de balones en el campo contrario. Cada vez que conseguía recuperar la posesión se lanzaba al ataque, buscando sobre todo la banda de Espino en los primeros minutos.
En el primer cuarto de hora no tuvo que aparecer en ninguna ocasión Ledesma y ésa ya era una buena noticia. El conjunto amarillo estaba consiguiendo contener al conjunto blaugrana, que circulaba el balón a una velocidad que no complicaba la cosa a los cadistas.
Fali estaba muy pendiente desde su posición de pivote de todo aquel que intentara crear peligro en el centro de la zona de creación azulgrana. Fuera De Jong, Depay o Gavi, el valenciano solía imponer su ley impidiendo avances prometedores del rival.
Al filo de la media hora daba la sensación de que el equipo de Koeman empezaba a tocar más cerca del área cadista. No había un peligro considerable y los centros eran despejados por la zaga, pero empezaba a ser inquietante.
La peor noticia del primer tiempo fue la lesión de Fali, que tuvo que dejar su sitio a Jonsson. Por lo demás, fue un partido de dominio del Barcelona pero con escasas ocasiones en las dos porterías. Una vez más, el Cádiz intentaba que pasaran pocas cosas con la esperanza de tener sus opciones en el tramo final.
El Cádiz quería dar un paso más en la segunda parte y comenzó dando el gran susto hasta ese momento. Ter Stegen tuvo que lucirse ante un lanzamiento con mucha intención de Negredo, que buscaba la escuadra. La respuesta fue de Depay en el minuto 52 y Ledesma desvió su remate a córner. Cada vez que el balón llegaba al holandés, había sensación de peligro.
El Cádiz no le perdía la cara al partido. Más bien, todo lo contrario. Salía sin complejos al ataque y aunque no creaba un peligro constante, pero sí daba la sensación de tener ambición para ir a más. Además, la expulsión de Frenkie de Jong puso la situación más de cara. En el minuto 70 parecía más cerca de ganar el Cádiz que el Barcelona.
Los de Cervera recuperaban el balón en el campo de su oponente con mucha frecuencia y eso le permitía vivir más o menos tranquilo el tramo final del choque. Sobrino cabeceó alto un buen servicio desde la izquierda. El equipo amarillo no logró la guinda de los tres puntos, pero dejó claro que vuelve a ser ese equipo competitivo de la pasada campaña.