Alejo (90')
Raúl de Tomás (90+5')
Un mazazo a la reacción
El Cádiz CF reaccionó, remontó, pero se quedó con la miel en los labios tras el mazazo de Raúl de Tomás para el Espanyol en el último suspiro. Cuando la hinchada amarilla se relamía con la primera victoria en el Nuevo Mirandilla, tuvo que morderse finalmente el labio y ver como volaron dos puntos de la Tacita de Plata en un partido en el que los suyos fueron de menos a más.
Era el primer partido liguero del Cádiz tras la salida de Cervera del banquillo. El equipo salía con la intención de tener más el balón, pero el Espanyol se lo ponía complicado con su presión y Fali abusaba del pelotazo en largo en demasiadas ocasiones.
Los visitantes entraban con demasiada frecuencia por la banda de Espino y a los 10 minutos ya se pusieron por delante a través de Morlanes en una jugada inconcebible para un equipo que aspira a quedarse en LaLiga Santander. Sin ninguna dificultad le llegó un pase por el centro de la defensa y definió bien ante Ledesma.
Un equipo cogido con alfileres en todos los sentidos tenía que remar contra la corriente desde bien pronto. El Espanyol, muy bien trabajado por Vicente Moreno, se aprovechaba de los nervios de un Cádiz que perdía un balón tras otro.
Se fue entonando en los minutos siguientes y empezó a mostrar alguna señal de recuperación con llegadas por ambas bandas, sobre todo por la de Perea. Era el único capaz de crear algo de peligro con calidad. El resto de intentos eran todos previsibles.
El Espanyol dejaba que Fali saliera con el balón porque era sinónimo de pérdidas constantes. Al equipo no le duraba la pelota ni cinco segundos y el público se debatía entre mostrar su indignación o apoyar a los suyos. Era un monólogo del equipo visitante, supuestamente un rival directo.
Perea se cambió de banda en busca de más oportunidades. Pero el Cádiz seguía sin ideas, cortocircuitado ante un oponente mucho mejor situado. as segundas jugadas siempre eran para los catalanes. El primer disparo cadista fue de Perea a los 35 minutos y fue a las manos de Diego López, sin el menor peligro.
En el área del Cádiz era todo lo contrario. Embarba casi hace el segundo al filo del descanso en una jugada en la que fue regateando a jugadores cadistas como si fueran alevines. De Tomás también pudo marcar en otra jugada lamentable a nivel defensivo, pero por suerte no estuvo fino. Pese a la derrota, lo mejor era el resultado.
Sergio metió en el descanso a Chust por Cala, pero seguía habiendo un gran agujero entre los pivotes y los centrales. El Cádiz se estaba salvando de un segundo gol, pero no podía seguir jugando con fuego.
Por suerte, el fútbol es imprevisible y empató Negredo en el minuto 55 con un remate seco y al palo después de un centro de Iza. El Cádiz había sobrevivido a los momentos más complicados y se metía en el partido.
El equipo se vino arriba con el subidón del gol y empezaron a aparecer las dudas de un rival que venía de perder dos partidos. Empezó a tocar con criterio, con confianza, todo lo que le faltaba en el primer tiempo. Negredo estuvo cerca del gol a renglón seguido tras un centro de Espino.
Había que aprovechar esa inercia sin descuidarse en defensa. Ledesma evitó el gol de De Tomás con una gran parada en el minuto 65. Todo pudo cambiar con un gol del Cádiz que fue anulado en el tramo final por una supuesta falta al portero.
Cuando parecía que la cosa quedaría quedaría en tablas, Alejo hizo el segundo y se desató la locura. Sin embargo, la ilusión se difuminó cuando Raúl de Tomás anotaba de nuevo el empate en el último suspiro. Dos puntos más que necesarios volaron del Nuevo Mirandilla para un Cádiz que quiere creer.