Rojas, empujones y reproches: el Cádiz se expone a duras sanciones según lo que refleja el acta
El Cádiz volvió a perder dos puntos de oro en un encuentro que se antojaba como una final por la permanencia contra un rival directo como el Getafe. La buena actuación del equipo amarillo quedó empañada por los dos penaltis señalados por el VAR. En rueda de prensa Sergio González ejerció como portavoz y evidenció la frustración que todos los estamentos del club vivieron después de que Enes Ünal convirtiera un gol con el tiempo ya cumplido.
De hecho, tras este tanto, jugadores de Cádiz y Getafe se enzarzaron en una tangana en la que acabaron interviniendo miembros del cuerpo técnico y hasta un Juan Cala que acudió a mediar. Faltaba por ver qué reflejaba el colegiado Hernández Hernández en el acta para conocer con exactitud lo que sucedió... Y el equipo amarillo puede estar expuesto a durísimas sanciones.
El primero de ellos es un Iza Carcelén que vio la tarjeta roja con el tiempo ya cumplido por golpear "con su mano en la cabeza de un adversario con el uso de fuerza excesiva". Una agresión por la que el propio jugador ya ha pedido perdón en su cuenta de Instagram.
Además del lateral del Puerto de Santa María hay otro futbolista capital que puede perderse el duelo ante el Almería, y seguramente alguno más. Hablamos de Conan Ledesma. En el túnel de vestuarios, el guardameta argentino "empujó a un compañero de equipo que se encontraba pegado a mi espalda con el
objetivo de que éste impactase contra mí, consiguiéndolo", tal y como refleja Hernández Hernández.
Además, el acta señala también la expulsión del entrenador de porteros Manuel Bocardo por el siguiente motivo:
"Una vez finalizado el encuentro y cuando todos los integrantes del partido nos encontrábamos sobre el terreno de juego corrió hacia mi gritando a viva voz en repetidas ocasiones: "Esto es una vergüenza". Una vez expulsado tuvo que ser sujetado por el delegado de equipo local ya que se dirigía hacia mi de forma agresiva. Tras esto unió sus muñecas haciendo el gesto de ser esposado". Además, en el túnel de vestuarios se dirigió hacia el equipo arbitral con el término "¡Hijos de puta!".
Asimismo, el segundo entrenador Diego Ribera empujó a Hernández Hernández y el asistente número dos en las escaleras de acceso al campo. El colegiado señala además la cantidad de personas que había.
Por último, el trencilla canario señala también que Juan Cala "sujetó mi
brazo fuertemente y de forma persistente, teniendo que realizar un movimiento brusco para poder liberarme".
Asimismo, agradece la labor de Manuel Vizcaíno y el delegado Salvador Chirino para que "equipo y cuerpo técnico entrasen a su vestuario pudiendo nosotros acceder al nuestro".