El 'fantasma' del terrorismo pasó de largo por la Eurocopa
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Si Francia -y en general los países europeos- temía algo durante su Eurocopa era la posibilidad de que un atentado terrorista reventase el torneo. El asesinato de dos policías por un "lobo solitario" no repercutió directamente sobre la competición, y las autoridades galas respiran hoy con alivio.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, catalogó hoy la organización como "un éxito" y se felicitó por que la coordinación entre todos los estamentos haya funcionado de manera "ejemplar".
A su juicio, la Eurocopa se celebró en un contexto particular, que convirtió la seguridad en "una prioridad absoluta, preparada durante meses, con un dispositivo excepcional".
Más de 90.000 personas (entre ellos 72.000 policías y gendarmes) velaron por que el torneo fuese "un éxito a ojos del mundo entero", y consiguieron que "hoy solo se hable de fútbol y de las emociones magníficas que despierta este deporte".
Las fuerzas del orden francesas han practicado 1.550 detenciones desde que empezó la competición el pasado 10 de junio, de las cuales 891 personas quedaron bajo arresto y 59 fueron condenadas.
Además, se expulsó del país a otras 64 personas, en particular hinchas violentos implicados en los disturbios del 11 de junio en Marsella poco antes del Inglaterra-Rusia, y se prohibió la entrada en el país a 32 ultras.
La amenaza de los yihadistas -una preocupación real que hasta el presidente, François Hollande, reconocía en los prolegómenos del torneo- pasó de largo en el fútbol, pero dejó su huella con el asesinato de una pareja de policías en su propia casa en Magnanville, a unos 50 kilómetros al noroeste de París.
El 13 de junio, un yihadista francés, Larossi Abballa, reincidente y radicalizado por internet, perpetró el crimen en nombre del Estado Islámico (EI) en presencia del hijo de la pareja, de solo tres años.
Tras el crimen, se detuvo a tres hombres de 27, 29 y 44 años en relación con el autor de los hechos.
Respecto a la Eurocopa, Cazeneuve enfatizó que el único incidente reseñable fueron los actos de violencia "inaceptables" cometidos por "hooligans" ingleses y rusos en Marsella antes del duelo entre ambos países el 11 de junio.
Sin embargo, el ministro destacó que las fuerzas del orden pudieron restringir ese estallido de violencia, lo que permitió la detención y expulsión de los hinchas implicados.
Para el presidente de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Noël Le Graët, la Eurocopa fue "absolutamente imprevisible" pero ejemplar, en la que el país demostró su capacidad para organizar una gran competición a pesar de la amenaza terrorista.
"Se nos dijo muchas cosas: que iba a haber incidentes en las zonas de hinchas, que 24 equipos eran muchos... Creo que ha sido un éxito", dijo en una entrevista concedida a la cadena "BFM TV".
Los incidentes registrados ayer en torno a la zona de hinchas ubicada a los pies de la Torre Eiffel, que acabaron con una cincuentena de detenidos, fueron una mancha final en el expediente tranquilo de la competición.
El monumento no abrió hoy al público como consecuencia de los altercados, como explicó una portavoz de la empresa que gestiona ese monumento.
El cierre, señaló, tiene lugar mientras se reorganiza el dispositivo de seguridad y de acogida a los visitantes, dado que de momento la situación actual "no permite abrir en condiciones normales".
Algunos aficionados intentaron entrar por la fuerza en la "fan zone", llena desde dos horas antes del comienzo de la final, y quemaron contenedores y al menos un coche, además de lanzar objetos contra las fuerzas de seguridad, que se sirvieron de gases lacrimógenos y cañones de agua para controlarlos.