Un Recre-Mérida con consecuencias
Después del empate con el Mérida, con tres goles del equipo visitante, se preveía una semana movidita y el resultado ha sido el adiós de Alberto y la llegada del nuevo entrenador, Claudio Barragán, del agrado de la afición por su importante currículum y por su seriedad en el trabajo.
Pero vayamos al motivo principal de la marcha del anterior entrenador: en ello ha tenido que ver la irregular marcha del equipo en la presente liga, con un juego que solo aparecía a ráfagas, para dar paso a un equipo que no sabía rematar los encuentros, falto de concentración ante esos goles recibidos en los minutos finales además de ser tarjeteado con asiduidad. De todas maneras, la despedida de Monteagudo no ofrece garantías a la afición, que ha perdido la fe y en las gradas se nota.
¿Qué ha faltado? Porque Alberto solo no ha sido el responsable de este Recreativo; si bien es posible el descontento general de los jugadores ante la manera de exponer los conflictos por parte de su entrenador, fuera del vestuario.
Por ello el club se ha movido rápido y ha traído a un hombre que puede devolver la esperanza al Decano. Solo queda ofrecer al nuevo entrenador la confianza que pronto verá en la afición, que es el mayor valor que tiene el Recre. Al dimitido Alberto, suerte donde vaya; aquí lo intentó pero no pudo ser. A Claudio Barragán, gracias por acudir a la llamada del Decano y suerte.
