El coronavirus en el fútbol italiano: el doble 'arte' de la improvisación
El coronavirus está sacudiendo el orden establecido en distintos puntos del planeta. Es difícil imaginar, desde lugares en los que apenas se perciben todavía los efectos de la enfermedad, cómo puede cambiar la vida cotidiana de una ciudad, región o de todo un país. En Italia se están viendo azotados por esta enfermedad que, como (casi) todo en la vida, también tiene sus consecuencias en el fútbol.
Los primeros contagios en este país hacían presagiar que se avecinaban tiempos difíciles, pero toda Europa veía cómo lejanas las novedades que se producían en Asia (China principalmente) y evitaban hablar de mecanismos para prevenir una epidemia poniéndose una venda en los ojos que impedía ver la gravedad de la situación.
Que sean quienes piensen de este modo ciudadanos de a pie es comprensible. Que sean los que dirigen, es inadmisible.
El fútbol italiano podría haber reaccionado a la alerta sanitaria de forma ejemplar, actuando en consecuencia mediante la prevención primero y la correcta implementación de un protocolo después.
Seguramente hayan hecho todo lo que está en sus manos y es fácil opinar así desde la butaca de una redacción, pero, como ha ocurrido en otras tantas ocasiones, Italia ha dado la sensación ante el mundo de ser un país que vive improvisando. Y esto es, y ha sido tantas veces, su encanto y su vergüenza.
Esta noche los futbolistas del #Pescara han querido presentarse en el partido contra el Benevento con una mascarilla. Lo han hecho porque "están preocupados por la salud de sus jugadores y de los rivales". https://t.co/G3DETTT2tB
— Mario Gago Huerta (@gago_mario) March 8, 2020
Es completamente comprensible que los casos se multipliquen. Ha pasado alrededor de todo el mundo, pero, no se pueden dar tales muestras de debilidad incluso ante una amenaza tan invisible como es el coronavirus.
Unos partidos a puerta cerrada y otros con público. Unos partidos suspendidos y otros que se disputan con normalidad. Un calendario que no da margen a cambios y pataletas de unos y otros al entender que la competición se desvirtúa y que pierden varios millones por el camino.
Unos partidos a puerta cerrada y otros con público. Unos partidos suspendidos -varios a pocas horas del pitido inicial- y otros que se disputan con normalidad. Decretos que valen de poco para según qué. Un calendario que no da margen a cambios y pataletas de unos y otros al entender que la competición se desvirtúa y que pierden varios millones por el camino.
Todos los estamentos con voz en el balompié italiano deberían de haber previsto esta situación y haber ideado una respuesta -obviamente con ayuda del gobierno- por si el coronavirus amenazaba la continuidad de la competición. No fue así y estas dos semanas el fútbol -el juego estricamente- ha sido casi que lo de menos en la información deportiva.
Los jugadores, más que nunca, se deben de sentir como mercancía. Como mercancía barata. Están hechos -tal y como denunció Balotelli- para entretener y la poca protección hacia sus figuras clama al cielo ¿Son ultrahombres que no se pueden contagiar? ¿No hay contacto en los partidos por nulo público que haya? ¿No viajan de una punta a otra del país o del continente para desempeñar su trabajo? Así de confundidos han debido estar durante estos últimos días.
Nella riunione tenutasi nel pomeriggio al Foro Italico il CONI ha stabilito all'unanimità la sospensione di tutte le attività sportive ad ogni livello fino al 3 aprile 2020 con richiesta al Governo di un apposito DPCM.
Il comunicato stampa 👉 https://t.co/Ehl4YlZ6UK pic.twitter.com/gTlAglTNwD
— CONI (@Coninews) March 9, 2020
Ante el claro estado de crisis, el CONI (Comité Olímpico Italiano) ha pasado a la acción emitiendo un comunicado a través del cual suspende todas las actividades deportivas hasta el próximo 3 de abril. Se ha impuesto esta medida a todas las federaciones. Algunas ya habían parado, pero nadie se atrevía a frenar al todopoderoso fútbol hasta ahora. El CONI ha tenido que solicitar incluso la ayuda del gobierno. Sabíamos todos que don dinero era un poderoso caballero, pero en esta ocasión algunos protagonistas nos han dejado claro que lo es por encima de todo y de todos.
La NBA ya ha advertido a los equipos que componen su liga acerca de las medidas que se están tomando y se podrían tomar, la liga suiza ha quedado suspendida, otras federaciones de fútbol han determinado que los partidos se jueguen a puerta cerrada, numerosos eventos deportivos han sido suspendidos a lo largo y ancho del mundo y la UEFA ha comenzado a tomar decisiones con respecto a los más inmediatos partidos. Mientras, en Italia, los jugadores esperan en el túnel de vestuarios al no saber si se disputará el partido para el que se encuentran preparados. Y me queda por saber cómo actúa España, que no descarto que también desilusione a sus más fieles defensores.
