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Oihane Otaegi, doctorada en curling: 'barriendo el hielo' camino de la Olimpiada

Oihane Otaegi, doctorada en curling: 'barriendo el hielo' camino de la Olimpiada

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El curling, ese gran desconocido de los deportes en el que varias personas barren el hielo con unas escobas un poco raras para mover unas piedras hasta una diana, tiene en España unos representantes de gran categoría. Aunque nació en Escocia, Canadá es el gran referente mundial. Y en nuestro país, a pesar de las contrariedades, logra hacerse un hueco en el imaginario colectivo gracias al esfuerzo de Oihane Otaegi y sus compañeros. La curler desbroza los misterios de esta práctica en su charla con ElDesmarque e Iberdrola. Que no se les olvide: #EllasValenOro.

Oihane tiene 43 años y es de San Sebastián. En su palmarés figura una radiante plata en el Mundial por equipos mixtos de 2018 -lograda junto a su hermana Leire, Mikel Unanue y Sergio Vez-, así como 14 campeonatos de España en diferentes categorías. No obstante, en su mente hay un sueño que la acompaña siempre y por el que no va a dejar de luchar frente a todas las adversidades, que no son pocas: unos Juegos Olímpicos de Invierno. "Somos conscientes de lo difícil que es", confiesa sin tapujos.

Seguimos añadiendo obstáculos. Si difícil es combinar los entrenamientos de cualquier deporte de alto nivel con una ocupación laboral o estudiantil, todo empeora cuando tienes que viajar semanalmente en busca de pistas de hielo dedicado, totalmente aptas para el curling -lisas y pulidas- y utilizadas en exclusiva para este deporte. En nuestro país "actualmente hay 18 pistas de hielo, pero no es posible practicarlo en todas", recalca Oihane, destacando la de Jaca como "la mejor".

Agreguen a esto un plus: compartir todo con una hermana. Oihane y Leire se llevan bien pero, como en todas las familias, las rencillas fraternales no faltan: "Entre los hermanos hay veces que saltan chispas y nosotras hemos tenido nuestros más y nuestros menos, nuestras discusiones… pero luego, cuando las cosas van bien, es gratificante compartir los éxitos con ella".

Nada sencillas son las circunstancias para esta curler, pero la ilusión y el amor por este deporte son superiores a todo.

Oihane y su hermana Leire observan una jugada.
Oihane y su hermana Leire observan una jugada.

Casualidades, rivales y profesionalidad

Gran parte de las vivencias de Oihane con el curling han sido fruto de casualidades. Desde su descubrimiento del deporte allá por 2005, cuando la directora del club de hielo Txuri-Berri donde era monitora de patinaje avisó de que había unas piedras que debían devolver y que si querían probarlas antes, hasta conseguir que grandes personalidades a nivel mundial accedieran a ayudarles a entrenar y competir.

La donostiarra recuerda cómo el medallista olímpico Mike Harris, junto a Ian Tetley, hicieron un stage al que sólo se apuntó el equipo donostiarra. Y eso dio paso a una relación beneficiosa para los españoles. Algo parecido ocurrió con Martin Stucki, que acabó convirtiéndose en el seleccionador nacional después de conocer a las hermanas Otaegi en un curso de entrenadores organizado por la Federación Internacional. Por eso, el cuarteto del Txuri-Berri estará eternamente "agradecido de que toda esta gente quiera dedicar su tiempo a nosotros, que, de momento, estamos intentándolo".

Y dice que lo están intentando porque las condiciones en las que preparan las competiciones no son las idóneas para buscarse un hueco en la cima y derrotar a gigantes del curling. Además de Canadá, países como "Suecia, Escocia, Rusia o Noruega" son grandes rivales a batir si quieren seguir luchando por sus sueños.

Unos sueños que nunca se verán truncados por no poder dedicarse en exclusiva al curling. Oihane confiesa que ellos no son los únicos: "Sí que hay gente que vive de los premios que consigue, de los patrocinadores privados y las ayudas, pero no te sabría decir el porcentaje de gente que se dedica profesionalmente a ello y los que lo combinan con estudios o medias jornadas. Miras a Canadá, que es el referente, y ves que entre los jugadores top hay algunos que están trabajando". Dicen que las piedras del camino hacen más fuerte al caminante.

Oihane es profesora en la Universidad del País Vasco. Por suerte, hasta ahora ha podido compaginar su trabajo y los entrenamientos y "los compañeros siempre se han portado muy bien". Los escollos los arregla "pidiendo favores o hablando con los alumnos. Este año se ha complicado todavía más y lo hemos ido salvando gracias a quienes me han echado un cable".

Oihane sonríe durante una competición de curling.
Oihane sonríe durante una competición de curling.

La nueva normalidad del curling

Este deporte no se ha visto exento de cambios por la pandemia del coronavirus. Los torneos se suspenden casi a ritmo semanal. Oihane, que durante el confinamiento tuvo la suerte de compartir piso con su compañero Mikel, ejercitándose en el balcón, donde pasaron más tiempo "en esos meses que en todos los años que llevamos aquí viviendo", recalca la importancia que en este deporte cobra el tercer tiempo, una práctica que ahora no se puede llevar a cabo. "Es habitual, incluso en competiciones de alto nivel, que te quedes después del partido con el rival a tomar algo en el bar, siendo costumbre que el ganador invite a algo al perdedor. Y es un momento agradable para charlar, compartir ideas y relajarse", comenta.

Todo esto frena el crecimiento de un deporte ya de por sí minoritario, especialmente en nuestro país, donde cree que "ayudaría mucho tener pistas de hielo exclusivas para curling -y no compartidas con patinaje artístico o hockey-. Nosotros hemos hecho jornadas de puertas abiertas en San Sebastián y cuando hemos invitado a gente a probar el curling, no lo podían saborear del todo", explica. "Es difícil explicarles que en una pista en condiciones ese tiro les habría salido bien".

Entre risas, acostumbrada ya, confiesa que a todos aquellos que opinan que el curling apenas puede ser considerado un deporte, les diría: "Que lo prueben y verán lo divertido que es estar sobre una superficie resbaladiza. No es tan fácil como lo pintan. Se suda mucho. Los partidos duran como mínimo dos horas y hay que estar de pie en el hielo". Todo un reto, desde luego.

Un reto más en una larga lista. Pero Oihane, su hermana Leire y todos sus compañeros y compañeras están dispuestos a salir victoriosos de todos los escollos y labrar su nombre en letras de oro en la historia del curling a nivel mundial. Habrá que permanecer atentos.

Oihane Otaegi junto a Mikel Unanue durante una competición.
Oihane Otaegi junto a Mikel Unanue durante una competición.

El test de preguntas rápidas de Oihane Otaegi

Aunque reconoce que no tiene muchas aficiones, Oihane acepta someterse al test de preguntas rápidas de ElDesmarque para permitirnos conocer su faceta más personal. Desde su ciudad favorita al lugar paradisíaco en el que se perdería, puedes saberlo todo sobre esta curler en el vídeo inferior.

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