New York, celeste color Celta

El Celta no es uno de los equipos que forman parte de LaLiga Promises internacional que estos días se celebra en New Jersey. De ahí, comprenderán, que uno se sorprenda si a lo lejos divisa a un aficionado con una camiseta del conjunto vigués entre la maraña de asistentes a este prestigioso torneo de alevines. Con el nombre de Hugo Mallo a la espalda y dos pequeños de la mano... ¡vestidos con las de Aspas y Rafinha!

El padre se llama Felipe. Felipe González, un nombre con guasa. Sus hijos, Sebastián y Joaquín. "Somos gallegos. Mis hermanos y yo nacimos aquí en Nueva York pero mis padres son de Tomiño y nuestras parejas, también. Uno de mis sobrinos, Tristán González, juega en el New York City FC (que minutos más tarde se mediría y apearía al Barcelona de la competición) y estamos aquí para animarlo". Era el motivo de la reunión, la excusa perfecta para camuflarse y al mismo tiempo exhibir la del Celta.
Tomiño, también, es la taberna gallega que Felipe y dos de sus hermanos, Joaquín y Víctor, regentan en la Gran Manzana, en Little Italy (192 Grand Street). Es el pueblo de Pontevedra desde el que sus padres migraron a Estados Unidos en la segunda mitad de los años 60 en busca de trabajo y una vida mejor. Lo consiguieron. Y formaron una familia que ahora conjuga el celeste del New York City con el del Celta de Vigo, la modernidad con la tradición, los negocios con el amor por la tierra.
Con el 'skyline' de Manhattan de fondo, todos posaron para ElDesmarque dando lugar a la bella estampa de arriba y compartiendo con nosotros, para nuestros lectores, una de esas historias que merece la pena conocer y contar. Y es justo eso lo que hacemos aquí.