Muere Julio Anguita tras no superar la parada cardiaca del pasado sábado
El excoordinador general de Izquierda Unida, Julio Anguita, ha fallecido hoy en el Hospital Universitario de Córdoba tras no sufperar una parada cardiorrespiratoria en su domicilio el pasado sábado. El dirigente comunista fue atendido en su casa por un equipo del 061, que la practicó maniobras de reanimación y lo trasladó, entubado, al citado centro hospitalario.
Tras ingresar en la UCI en estado crítico, finalmente Julio Anguita no ha podido superar el pulso que le ha plantado su corazón, del que ya había sido operado en varias ocasiones, en 1999 y en 2009. Sufrió su primer infarto en Barcelona cuando participaba en la campaña electoral de las generales del 93, y después un segundo en 1998, en Córdoba.
A pesar de sus antecedentes, pocos podían presagiar la repentina muerte del ex alcalde de Córdoba. De hecho, Pablo Iglesias recordaba hace poco en Twitter una conversación reciente con él:
La semana pasada hablaba contigo de la necesidad de enfrentar a la extrema derecha y de activar a las militancias de Unidas Podemos y de la sociedad civil. Te necesitamos con tu lucidez de siempre, con tu compromiso, con tu valor... Y con tu corazón camarada. Fuerza Julio ✊ pic.twitter.com/1YCs2AMq7J
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) May 9, 2020
Las redes sociales se han llenado de mensajes de cariño hacia un político que despertaba simpatía en ambos lados del espectro ideológico por ser fiel a sus principios y coherente con sus pensamientos.
La trayectoria de Julio Anguita
Julio Anguita fue secretario general del Partido Comunista de España (PCE) y coordinador general de Izquierda Unida (IU), partido este último que llegó a conseguir más de dos millones de votos en las elecciones generales de 1993 y 1996.
Sus problemas cardiacos lo separaron de la política, iniciándose en Izquierda Unida un declive progresivo y rápido que desembocó en un desastre electoral en 2008: Gaspar Llamazares solo logró dos diputados en esas elecciones.
Aunque muchos piensan que "el califa rojo" —como lo apodaron los medios en la década de los ochenta— era cordobés, lo cierto es que nació en el año 1941 en Fuengirola (Málaga). Su familia, arraigada en el mundo militar, no vio con buenos ojos sus ideales políticos, por lo que él se fue alejando paulatinamente de esta.
Licenciado en Historia por la Universidad de Barcelona y maestro de profesión, en 1972 se afilió al entonces clandestino Partido Comunista de España. En 1977 accedió al Comité Central del partido en Andalucía.
Cuando ya había abandonado la primera línea política e intentaba darle a su corazón un ritmo menos duro, Julio Anguita sufrió el duro revés de perder a su hijo, Julio Anguita Parrado, al ser alcanzado por un misil el 7 de abril de 2003 en Bagdad.
Célebre fueron sus palabras tras conocer el suceso. Estaba a punto de intervenir en un acto organizado por la Unidad Cívica Republicana en el Teatro Federico García Lorca de Getafe (Madrid):
"Mi hijo mayor, de 32 años, acaba de morir, cumpliendo sus obligaciones de corresponsal de guerra. Hace 20 días estuvo conmigo y me dijo que quería ir a la primera línea. Los que han leído sus crónicas saben que era un hombre muy abierto y buen periodista. Ha cumplido con su deber y yo por tanto voy a dirigir la palabra para cumplir con el mío .../... Ha sido un misil iraquí, pero es igual, lo único que puedo decir es que vendré en otra ocasión y seguiré combatiendo por la tercera república. Malditas sean las guerras y los canallas que las hacen."
Esa última frase quedó grabada en la retina de todos los españoles que, menos de un año después, sufrirían el atentado del 11-M del 2004, que terminó por inclinar la balanza antibelicista española que provocó la caída del PP en las elecciones del 11-M.
Con Julio Anguita se va un político convencido de sus ideas, un hombre fiel a sus principios y coherente con sus pensamientos, algo que no es tan común ver en la política de hoy.
