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España ha conseguido engancharnos. O somos muy bizcochones o tiene algo este equipo que logra conectar con él. El caso es que La Roja está a una victoria de clasificarse para las semifinales de la Eurocopa.
Como si fuera fácil. Como si lo consiguiéramos en todos los torneos. El conjunto de Luis Enrique ha ido superando adversidades desde el primer día. La lista ya fue polémica sin jugadores del Madrid. Luego vinieron los casos de coronavirus y la baja de Busquets. Después el mal césped de La Cartuja, el partido de las mil ocasiones desperdiciadas ante Suecia (marcan ambos equipos se paga 1.88 a 1).
Qué decir del choque ante Polonia, el peor, y con el penalti fallado por Gerard Moreno. Parecimos tocar fondo en el último encuentro ante Eslovaquia, también con el penalti fallado por Morata. Incluso superando aquello a lo grande y metiéndonos como segundos de grupo apareció el gafe en el primer gol ante Croacia, un error de Unai Simón de los que te tumba (Morata marca en cualquier momento se paga 2.3 a 1).
Con todo y con eso, España se ha sobrepuesto y se mide a Suiza cuando esperaba hacerlo a Francia. No se sabe qué parte del destino ha decidido que esta Eurocopa puede ser la de España. Por eso la gente sufre con la Selección, vive con ella, siente el torneo con ella. Igual es misericordia por todo lo que le ha pasado y ha superado. Igual es que necesitábamos un equipo así para volver a disfrutar de La Roja. (España se clasifica se paga 1.62 a 1).