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Brasil llega a la final como principal favorita después de haber eliminado a Perú sin mucho brillo pero con mucho oficio
Copa América: Brasil - Argentina
Pocos quedan vivos ya de los que vivieron aquello y aún así sigue siendo un trauma que persigue a los brasileños. En un país donde el fútbol es religión, la selección canarinha vio como era derrotada en su propio torneo. Era el Mundial de 1950 y 200.000 espectadores sufrieron la humillación de ver a los suyos caer ante Uruguay en la gran final. La leyenda del Maracanazo había comenzado.
Este domingo a las 2:00 de la madrugada volverá a jugarse un gran partido en la catedral del fútbol de Brasil. Los de Neymar, Vinicius y compañía tendrán en frente al rival histórico por excelencia, Argentina, comandados por un Leo Messi que vuelve a estar a las puertas de un título. Pocos se atreven a mentarlo, pero el Maracanazo planea como una mala sombra amenazando la salud mental de los brasileños.
Y este no es el único trauma que han tenido que pasar los aficionados de la canarinha. En 2014, otra vez en su mundial, la humillación golpeó duro. Esta vez fue Alemania la que, en el estadio Mineirao, endosó un 7-1 venenoso en las semifinales que aún sigue doliendo. Las lagrimas de los aficionados brasileños son difíciles de borrar y ahora es Messi el que quiere reeditarlas.
Brasil llega a la final como principal favorita después de haber eliminado a Perú sin mucho brillo pero con mucho oficio, mientras que Argentina no pudo pasar del empate ante Colombia. Eso sí, en la tanda de penaltis, los albicelestes demostraron un saber estar que asusta y que son la carta de presentación perfecta antes de la final.
Neymar y Messi, dos grandes amigos, volverán a reencontrarse sobre un terreno de juego y gran parte de las opciones que tienen ambos conjuntos pasan por lo entonados o no que estén el día de la gran final.