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Un tropezón que no cambia nada. En una noche en la que Antoine Griezmann se fue expulsado, Marcos Llorente lesionado y el Liverpool se llevó los tres puntos del Metropolitano, parece difícil sacar algo positivo, pero la realidad es que todo sigue en el mismo punto: las opciones del Atlético de Madrid siguen muy vivas.
Fueron tres puntos perdidos y nada más. La épica, el milagro y el subidón anímico que habría significado remontar y vencer al Liverpool habría sido increíble, pero las malas noticias no pueden nublar la vista rojiblanca.
A pesar de la derrota ante los ingleses, el Atlético de Madrid sigue dependiendo de sí mismo para acceder a octavos en uno de los grupos más complicados de la actual UEFA Champions League.
Con la victoria del Porto ante el Milan, eso sí, todo queda mucho más apretado. A pesar de que los italianos parecen prácticamente descartados por el segundo puesto, si el Atlético de Madrid consigue vencer a los portugueses y puntuar en alguna de las otras dos citas, su sitio en la próxima ronda europea estará prácticamente asegurado.
Diferente sería todo si se pierde ante el Liverpool en Inglaterra y ante el Milan en casa. En ese momento, todo quedaría en manos del Oporto -si consigue puntuar ante los mencionados- y sería jugársela todo a la última carta el próximo 7 de diciembre en Portugal.
Por el momento, el presente lo dice bien claro: con el Liverpool líder con 9 puntos, el Atlético de Madrid segundo empatado con el Porto con 4 puntos y el Milan como último de grupo sin puntuar, las opciones de estar en octavos de final siguen estando muy vivas.