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El Betis está viviendo una temporada histórica. Está con pie y medio en la final de la Copa del Rey, aguanta como tercero en la clasificación de LaLiga Santander y ahora quiere hacer también ruido en la Europa League. Se medirá al Zenit de San Petersburgo, todo un clásico del fútbol europeo. Pero no será la primera vez que el equipo verdiblanco juegue en Rusia. Lo hará por tercera vez en el campo de un adversario ruso, frente a los que hasta ahora ha cosechado una derrota y una victoria.
En los cuartos de final de la edición 1977-78 de la extinta Recopa de Europa, que marca la mejor campaña histórica del Betis en un torneo continental, el equipo verdiblanco fue eliminado por el Dinamo de Moscú, entonces representante de la Unión Soviética y que jugó su encuentro como local en Tiflis, la capital de Georgia.
Tras el empate a cero en el Benito Villamarín, la eliminatoria se decidiría en el terreno del Dinamo, donde los moscovitas vencieron por 3-0 gracias a los goles de Gershkovich, Kazachenok y el neerlandés Mühren, en propia meta.
Casi 40 años después, en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Liga Europa 2013-14, los béticos volvieron a Rusia, al campo del Rubin Kazan, en parecida situación, pues arrastraban un empate a uno como local, pero esta vez pasaron ronda gracias al 0-2 rubricado por Nono y Rubén Castro.