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Simeone lo ha encontrado en el momento idóneo. El técnico del Atlético de Madrid recupera la sonrisa y la competitividad de su equipo justo cuando lo necesitaba, justo cuando ha asentado su alineación titular.
Hasta aquel batacazo contra el Levante en el estadio Wanda Metropolitano, Diego Simeone había presentado 31 alineaciones distintas en 33 partidos. Sólo coincidió en dos: una en el tránsito de tres días entre la derrota por 0-1 con el Milan y la victoria por 1-4 en Cádiz (Oblak; Llorente, Savic, Giménez, Hermoso, Carrasco; De Paul, Koke, Lemar; Griezmann y Suárez) a finales de noviembre; otra, un mes antes, entre el 3-0 al Betis y el 3-3 con el Valencia (Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Hermoso, Carrasco; De Paul y Koke; Correa, Griezmann; y Luis Suárez).
Desde el citado 0-1 con el Levante, en los siete partidos que ha jugado desde entonces el Atlético, ninguno con derrota, con seis victorias y un empate entre la Liga y la Liga de Campeones, el técnico argentino ha repetido dos onces diferentes, en un tramo de apenas un mes.
Lo hizo después del 1-1 ante el United, en el 2-0 al Celta (Oblak; Vrsaljko, Savic, Giménez, Reinildo, Lodi; Marcos Llorente, Héctor Herrera, Kondogbia; Correa y Joao Félix), y también este sábado.
Tras el 0-1 en Old Trafford, volvió a hacerlo: Oblak; Llorente, Savic, Giménez, Reinildo, Lodi; Rodrigo de Paul, Héctor Herrera, Koke Resurrección; Joao Félix y Antoine Griezmann. En ninguno de ellos figuró Luis Suárez, suplente por sexta jornada seguida.
Simeone ha encontrado su once en el momento idóneo, en el bajón del Sevilla de Julen Lopetegui, las dudas de Ancelotti y, eso sí, la recuperación azulgrana. El Atleti, listo para competir de verdad (y por todo).