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Empatados el viernes el Betis y la Real Sociedad (0-0), sus dos perseguidores al acecho en la clasificación, al Atlético de Madrid le surge este domingo una ocasión para reponer las diferencias en el esprint final por las plazas de la Liga de Campeones frente al RCD Espanyol en el Wanda Metropolitano, con descanso en el once para Antoine Griezmann, sin rotaciones para Joao Félix, ya un titular indiscutible, y la vuelta a la alineación de Ángel Correa.
Eliminado de la Liga de Campeones por el Manchester City, al que redujo a su mínima expresión, a su versión más defensiva y especuladora, los objetivos del Atlético ya se limitan a uno solo, al más indispensable de todos, al que considera imprescindible cuando inicia la competición y arma su plantilla: el pase a la fase de grupos de la temporada que viene del máximo torneo europeo, tan vital para su economía porque le aporta, siempre que avanza al menos hasta octavos, entre 70 y 80 millones de euros de ingresos fundamentales.
Necesita ser cuarto. Como poco. Es su posición actual, a tres puntos del Barcelona, segundo; a otros tres del Sevilla, tercero... Y a doce del Real Madrid, el líder de la clasificación. La inquietud está por detrás, por cómo el Real Betis y la Real Sociedad lo acechan, a la espera del más mínimo descuido, como el que cometió la última jornada ante el Mallorca, cuando su derrota por 1-0 no sólo frustró una secuencia de seis triunfos seguidos, sino que lo advirtió de que la Liga de Campeones no está hecha, que necesita más y más victorias.
Avisado está el Atlético, aplacado ya el debate sobre el plan de Simeone en la ida contra el Manchester City con la demostración de la segunda parte del partido de vuelta y revitalizado de confianza, porque, más allá de la eliminación europea, incidió en una certeza indudable: puede competir con cualquiera cuando ofrece su perfil más ambicioso, pasional, intenso y competitivo, cuando mira tanto hacia adelante como lo hace hacia detrás, como lo exigirá este domingo la visita del Espanyol, con el que ha perdido las mismas veces que lo ha ganado, tres de cada una, en sus últimos 7 duelos entre sí. Y una fue en casa.
Allí, en su territorio, más allá de la inconstancia que ha desprendido en varios tramos del curso, el Atlético se ha rearmado en la Liga. Ocho victorias (las tres últimas consecutivas) en sus últimos diez encuentros ligueros como local confirman el reencuentro de su equipo, por mucho que las dos derrotas correspondan a rivales que compiten por el descenso (el 1-2 del Mallorca y el 0-1 del Levante) y que representan su mayor déficit: ha perdido 17 puntos en sus nueve enfrentamientos contra los cinco de abajo de la clasificación. Otra advertencia.
El desgaste también es otra preocupación del Atlético, con la disputa de siete encuentros en el último mes, algunos de enorme exigencia emocional y futbolística en la Champions, con un esfuerzo continuado que proseguirá este domingo y el próximo miércoles -ante el Granada-, dentro del once tipo en el que se mueve en las últimas fechas Simeone, con pocos cambios de un duelo a otro.
Es un factor a tener en cuenta en la configuración de su alineación, aunque, en principio, sólo habrá dos cambios, con la titularidad de Sime Vrsaljko y Ángel Correa y el descanso de inicio para Antoine Griezmann y Reinildo Mandava.
El portero Jan Oblak, los centrales Stefan Savic y Felipe Monteiro, el lateral izquierdo Renan Lodi, los centrocampistas Marcos Llorente, Koke Resurrección, Geoffrey Kondogbia y Thomas Lemar y el delantero Joao Félix continuarán en el once, en el que no habrá sitio de nuevo ni para Luis Suárez ni para Yannick Carrasco ni para Matheus Cunha. Son baja Héctor Herrera y José María Giménez, fuera de su quinto y cuarto partido seguido, respectivamente.
Enfrente, el Espanyol llega al Wanda Metropolitano con la moral alta. Su última victoria contra el Celta en el RCDE Stadium (1-0) lo sitúa con 39 puntos en la clasificación y lo deja muy cerca de la permanencia matemática, el objetivo principal del curso después de que la opción de luchar por los puestos europeos se esfumara a principios de año.
Seguir en Primera División parece ya un hecho, pero el vestuario no se fía y promete ambición hasta la última jornada. Los goles de Raúl de Tomás, que acumula 14 dianas esta temporada, y la inspiración de Sergi Darder son sus principales argumentos.
El Espanyol está convencido de que, pese a la eliminación de la Liga de Campeones, se encontrará a un Atlético de Madrid durísimo en su estadio. Desde el club blanquiazul ensalzan la calidad colectiva e individual del anfitrión, al que visita con la baja segura del centrocampista venezolano Yangel Herrera por acumulación de tarjetas amarillas.
Ahí llega también con la difícil misión de romper su mala dinámica en sus desplazamientos al terreno del conjunto rojiblanco, al que únicamente ha arañado un empate y dos victorias en sus diez últimas visitas en LaLiga.
Los triunfos del cuadro blanquiazul en este periodo fueron en la campaña 2017-18 (0-2) y en la 2010-11 (2-3). Además, el equipo catalán firmó un 0-0 en el curso 2016-17. En total, siete puntos de treinta posibles.
Atlético de Madrid: Oblak; Vrsaljko, Savic, Felipe, Lodi; Llorente, Koke, Kondogbia, Lemar; Correa y Joao Félix.
Espanyol: Diego López; Óscar Gil, Calero, Cabrera, Pedrosa; Baré, Morlanes; Embarba, Darder, Puado y Raúl de Tomás.
Árbitro: Figueroa Vázquez (C. Andaluz).
Estadio: Wanda Metropolitano.
Hora: 16.15.
Puestos: Atlético de Madrid (4º, 57 puntos); Espanyol (11º, 39 puntos).
La clave: La conexión Correa-Joao Félix-Lemar.
El dato: El Espanyol fue el primer equipo visitante en ganar en LaLiga en el Wanda Metropolitano, por 0-2 el 6 de mayo de 2018.
La frase: Simeone: "Cuando uno da todo puede seguir trabajando con tranquilidad".
El entorno: La pasión, la entrega y la ambición con la que jugó en el segundo tiempo del pasado miércoles ante el Manchester City han reforzado aún más la comunión entre la afición y el equipo del Atlético de Madrid para el tramo final de LaLiga Santander.