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La recién creada UEFA Conference League llega a su final con un encuentro entre la Roma de Jose Mourinho y el Feyenoord holandés. Dos equipos que, a priori, podría parecer que no habían sufrido para llegar hasta la final, pero lo cierto es que la plaza en la final se ha pagado muy cara. La favorita parece la Roma, pero a un partido el resultado es impredecible y Mourinho sabe perfectamente que aún no hay nada hecho.
La evolución de ambos equipos en la Conference League demuestra que no debe haber claros favoritos. La Roma lo sabe ya que ha recibido sustos y tensiones en todas las fases eliminatorias que ha disputado. En los octavos de final, cerca estuvo el Vitesse de enviar la vuelta a la prórroga de no ser por un gol tardío de Abraham que sentenció el encuentro a escasos minutos de su final.
El Bodo/Glimt le ganó en la ida de los cuartos de final y el Leicester le peleó el resultado hasta el pitido final de las semifinales. El Feyenoord, en este sentido, ha sufrido algo menos, ya que sus resultados indican que en pocas ocasiones se han visto eliminados virtualmente. Por tanto, haciendo un balance, parece que llega mejor a esta final el Feyenoord holandés pese al favoritismo de la Roma.
En cuanto a resultados ligueros, los precedentes a esta final también muestran que el Feyenoord llega con resultados más positivos que la Roma. Sin embargo, es importante tener en cuenta la diferencia en cuanto a competitividad de ambas ligas (Serie A y Eredivisie). Pero el dato más significativo es el número de goles marcados en fases eliminatorias de la Conference League.
Centrando la atención en Europa, el conjunto holandés ha sido claramente superior. Contando los octavos, cuartos y semifinales, la Roma ha marcado un total de 9 goles, mientras que el Feyenoord ha marcado 17 goles. Unas cifras que prácticamente doblan a las del equipo de Jose Mourinho. Con todo esto encima de la mesa, es imposible quitar de la ecuación al Feyenoord, que tiene las mismas probabilidades que la Roma. El club italiano cuenta con un experto en títulos europeos como entrenador, pero tal vez eso no sea suficiente.