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La salida de Casemiro este verano al Manchester United acabó con el famoso "triangulo de las bermúdas" que había creado el Real Madrid. Ancelotti perdía una de las grandes piezas del conjunto blanco y su misión era acoplar en el menor tiempo posible a Tchouaméni. El jugador francés tenía la difícil misión de formar tridente con Luka Modric y Toni Kroos y, hasta ahora, está sorprendiendo a todo el madridismo.
El centrocampista, a los pocos partidos de vestir la camiseta merengue, empezó a dejar claro por qué Florentino había pagado 80 millones de euros por él. A pesar de que no haber sido titular en la final de la Supercopa de Europa (Casemiro seguía siendo jugador del Real Madrid), Tchouaméni ha jugado de inicio en siete de los nueve partidos de la temporada. Y, por ello, el galo ya ha dejado varios detalles a tener en cuenta.
Uno de los grandes cualidades por las que el club blanco se fijó en él fue por su polivalencia en el centro del campo. Su índice de pases acertados es del 92%, un registro superior a la última temporada de Casemiro con un 83%. Otra de las grandes diferencias ha sido la limpieza para arrebatar el balón a los rivales. En los cinco partidos que ha jugado en liga hasta ahora, Aurélien no ha recibido ninguna tarjeta, algo que a Ancelotti le pasaba factura con el brasileño. Incluso, hasta en duelos ganados, el francés está actualmente con un índice superior (Tchouaméni, 59.32%; Casemiro, 54.49%).
Sin embargo, otra de las grandes sorpresas que ha dado el exjugador del Mónaco ha sido su ayuda a nivel ofensivo. Tras su asistencia magistral a Rodrygo en el primer gol contra el Atlético de Madrid, el jugador francés ya lleva dos asistencias en Liga. A pesar de que es pronto para pensar en que Tchouaméni ya ha igualado el nivel de Casemiro, su progresión avanza rápidamente.