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El Sevilla FC jugaba el primer partido el pasado sábado tras la marcha de Julen Lopetegui. Desde otro fracaso en Champions contra el Borussia Dortmund, el equipo hispalense nombró a Sampaoli como el encargado de levantar a la plantilla. Para ello, la primera toma de contacto en Liga ha dejado varios puntos positivos y negativos.
Frente a ellos estaba uno de los equipos en mejor forma de la competición, el Athletic. Desde el primer minuto, el Sevilla trajo la primera novedad del técnico argentino con la suplencia de Bono, el portero Zamora la pasada temporada. El equipo salió con ganas de ir al ataque y Óliver Torres fue el hombre que puso la ilusión de poder ganar tras marcar el primer tanto del encuentro. Sin embargo, un gol de Vesga en el tramo final amargó el estreno de Sampaoli y el equipo volvió a quedarse sin los tres puntos.
En los últimos cinco partidos, el Sevilla sólo ha ganado uno pero la ilusión del sevillismo ha cambiado respecto al último partido. El Ramón Sánchez Pijuán apretó para ayudar al equipo a tener actitud y motivarse para ganar el partido. Ambos equipos demostraron tener potencia arriba y el duelo estuvo muy igualado en todo el transcurso del encuentro.
Aún queda mucho por ver cómo serán los cambios que hará Sampaoli en los esquemas y cómo va a trabajar para sacar al Sevilla de la zona baja de la tabla. La temporada es muy larga y el equipo tiene la oportunidad de olvidar cómo le ha ido hasta ahora para ir escalando puestos. A pesar de haber comenzado la era Sampaoli con empate, lo cierto es que la imagen del equipo ya es distinta.