El contenido disponible en esta sección está restringido para menores de 18 años.
Debe confirmar que tiene más de 18 años para acceder.
Argentina pasó por encima de muchos rivales (a excepción de Arabia Saudí) para llevarse la Copa del Mundo. Pero en todo su camino hasta el trofeo hubo dos rivales que les pusieron las cosas muy difíciles y que se parecen bastante en cuanto a lo que ocurrió en ambos partidos. Se trata de Países Bajos y Francia, que tuvieron actuaciones similares contra Argentina en sus respectivos encuentros.
En ambos partidos, Argentina parecía tener controlada la situación. Empezaron ganando los argentinos y luego marcaron el segundo, dando a entender que el partido estaba cerrado. De hecho, también se repite que Leo Messi fue el encargado de marcar uno de esos dos goles. Pero si hay algo de lo que no aprendió Argentina fue de sentenciar las posibilidades de su rival.
La ventaja por dos goles predominaba en los dos partidos hasta el minuto 80 de partido, un minuto clave. En el choque de Países Bajos fue Weghorst el que abrió la lata de los neerlandeses, impulsando a su país a llegar al empate, que ocurrió precisamente en la última jugada del encuentro. En el caso de Francia, fue Kylian Mbappé el que, con dos goles en dos minutos, puso el empate de nuevo en el electrónico. Una vuelta de tuerca que en ningún caso parecía segura.
En la prórroga hubo diferencias, ya que contra Países Bajos no hubo más goles y sí los hubo con Francia. No obstante, ambos encuentros acabaron en la tanda de penaltis, donde la actuación del 'Dibu' Martínez fue clave. A Países Bajos le detuvo dos penaltis y a Francia uno, aunque también adivinó el de Tchouameni, que se marchó fuera. Pero esa ventaja gracias a las paradas de su portero le dio a Argentina la posibilidad de ganar el encuentro y hacerse finalmente con la ansiada Copa del Mundo.